Una llamada a la Policía alertó ayer sobre la presencia de un tipo en un enorme ñanandy, ubicado en el barrio San Roque, en la ciudad de Hernandarias.

Tras una intensa búsqueda, cerca del mediodía los policías detuvieron a una persona totalmente empapada, con características similares a la persona buscada como principal sospechoso del cruel asesinato de la jueza Diana Mereles, en esa localidad.

Se trata de Wilson Scappini (28), personal de seguridad del juzgado de Hernandarias, quien admitió haber cometido el crimen.

Lo terrible fue el motivo que declaró: dijo que simplemente obedeció la orden que le dio un ser superior, el demonio.

El “seguridá” le estaba aplicando al trago en su puesto de trabajo y, para completar, aparentemente algunas sustancias más.

Según declaró, el propio Satanás se apoderó de su ser y este le ordenó que cometa el crimen. Para mala suerte de la magistrada, justo se topó con el “endemoniado” en la parte baja del juzgado y tras una discusión la jueza cayó al piso.

Scappini comenzó a golpearla en el rostro y la dejó inconsciente, luego tomó una piedra con la que terminó destapándole el cráneo. Para asegurar tomó un cable y le lió por el cuello a la mujer que ya se encontraba sin vida. Scappini llaveó después las puertas y se dio a la fuga. Luego llegó otro guardia que tenía que tomar su turno y al encontrar llaveado el sitio llamó al jefe de seguridad, quien justamente era el padre de Wilson. Abrieron la puerta y se toparon con la trágica escena.

Al ser entrevistado por los periodistas, Scappini admitió ser el autor y que lo habría hecho totalmente drogado. “Se apoderó un ser de mi cuerpo por la culpa de la droga”, dijo.

Vichean las imágenes de las cámaras

Tras la revisión del circuito cerrado se pudo constatar la presencia de distintas personas en el sitio del crimen en momentos previos, por ese motivo la fiscala Natalia Montanía allanó la casa de los hermanos Sirilo y Marlon Álvarez.

Ellos confirmaron que Scappini les había pedido cerveza, cigarrillos y aparentemente droga, ya que en el bolsillo de una prenda hallaron lo que serían sustancias estupefacientes.

Una de las mujeres detenidas por la Policía también mencionó a los agentes que ella había entregado el aparato celular de Scappini a un menor de 16 años, quien realizó el flasheo del celular y posterior destrucción del chip ndaje.

Dos mujeres estaban con el guardia dentro del juzgado

Dos mujeres se encuentran avei detenidas por el caso. Ambas habían llegado al sitio a bordo de una motocicleta.

Los hermanos Álvarez menciona ron eso a la fiscala, quien solicitó se realice la búsqueda de las mismas y horas más tarde lograron ubicar la casa de una de ellas. En la misma fue ubicada la motocicleta que aparece en las imágenes del circuito cerrado. Por disposición de la fiscala se reservaron las identidades de las mujeres, quienes podrían haber sido testigos o supuestos cómplices. Desde el Ministerio Público se solicitó se realicen los análisis de sangre para determinar si Scappini se encontraba bajo los efectos de alguna droga.

El guardia fue llevado a un centro asistencial en donde se le practicó un examen físico antes de ser remitido a la comisaría.

MÁS DATOS

BOTELLAS

En el sitio fueron incautadas botellas de caña y gaseosa que aparentemente fue lo último que consumieron antes de que suceda el crimen.

SALIDA

Según el registro de la jueza Diana Mereles, figura como hora de la salida las 15:07 horas. Se presume que a esa hora ocurrió el crimen.