Novaseo… El mandamás del penal de Tacumbú, el director Hernán Bogarín, recibió una visita “sorpresa” que lo dejó sin palabras… y sin libertad. De la nada se fueron cayendo de “regalo” los fiscales Federico Delfino y Alicia Sapriza para hacer un vicheo de cámaras y al final, terminó cayendo el capo de la cárcel.

Todo comenzó cuando se informó sobre el intento de meter un arma de fuego dentro de la penitenciaría, que llegaba como una “encomienda”. Apenas los guardias pillaron lo que había dentro del paquete pegaron la voz de alerta y se comenzó todo un procedimiento.

Ayer, ya cuando el sol había declarado so’o, la dupla fiscal se fue hasta el penal para averiguar más sobre lo que había pasado. En medio de las preguntas, la revisión de la evidencia, ere eréa, se dispuso que Bogarín no solo sea apartado de su cargo, sino que además quede detenido por la transgresión de unas normas penales.

¿Qué fue lo que pasó? Supuestamente, el arma había sido que era un “regalito” de ¡uno de los presos para el director! Ndesapatúre. ¿Y por qué el presente? Esa es una de las cuestiones que Delfino y Sapriza se encuentran investigando en medio de una ola de rumores que hablan de favores y privilegios para algunos de los que están “del otro lado”.

COHECHO

En principio, por el solo hecho de haber “agarrado” el “regalito” que le mandaron los muchachos, Delfino adelantó que lo que se estaría cometiendo es un cohecho pasivo agravado. Además, se transgredió una serie de artículos de la ley de armas.

Un suplente y todo ko ya orekóma ra’e

Tan grande le pillaron a Bogarín que horas antes que empiece el operativo fiscal ya se sabía que tenía un suplente y todo. En este caso, se trata de Óscar González, quien de ahora en más es el nuevo mandamás del penal de Tacumbú.

El que también fue volado de su posición y que de igual manera quedó detenido es Ricardo Ortiz, jefe de seguridad del penal. Al parecer, estaría involucrado en la visita de señoritas a algunos internos.