COLECCIÓN. De 14 que tenía, se desprendió de 2 y ahora en su galpón de colección están cuidadosamente guardadas 12 reliquias sobre ruedas, entre autos y camionetas.

¿Cuándo empieza tu pasión por los autos?

– Desde chico, de hecho tengo un tío en Ciudad del Este, hermano de mi mamá que corría rally, y no sé jugar a los autitos, creo que siempre hizo que me gusten los autos.

– De chico, ¿cuáles fueron los primeros autos que te llamaban la atención?

– Siempre los que tenía a medida de escala, era el sueño de tenerlo en tamaño real, pero ya desde chico recuerdo que me gustaban los clásicos.

– ¿Tenías la capacidad desde niño de identificar por modelos, los autos?

– Sí… siempre, estaba pendiente de marca, modelo y lanzamientos. Tenía revistas de autos que pedía a papá que me compre.

– ¿Eras de los que decían “ese es mío” a cualquier auto lindo que veías?

– Jajaja… No como posesión, pero sí como deseo, era como mirar esas vitrinas y babear.

– ¿Cuál fue tu primer auto?

– Fue un Hyundai Atos rojo.

– Hablando ya de la colección que tenés, ¿con cuál empezaste?

– Todo arrancó con el auto que papá tenía cuando iba y venía de Rosario, Argentina, el Fiat 600. Mucho buscamos con papá hasta que vimos un aviso en el diario y ahí empezó con el 600 la pasión por los clásicos.

– ¿Fue el comienzo de todo, con un auto que tenía también un valor sentimental por lo de tu papá?

– Y el 600 era ese auto, mi sueño era tener el auto que tenía papá para poder tener la sensación de lo que vivía papá cuando iba y volvía de Argentina, algo que sea emblemático y, sobre todo, con vínculo familiar.

– ¿Los autos que coleccionás los compraste de todos lados, del exterior, de Paraguay…?

– Sí, algunos de Paraguay, otros fueron vía Internet en subastas en EE. UU., pero con los precios que se dispararon con el tema de clásicos, en Aduanas, ya no, solo de acá.

– ¿Estás en constante búsqueda, como pescando a ver qué aparece por ahí para comprar?

– La verdad que antes buscaba, ahora es solo si se da la oportunidad y si está en buen precio por sobre todas las cosas.

– ¿Todos los que comprás tenés que restaurarlos o alguno viene ya impecable?

– Generalmente me fijo en el motor más que nada, que el auto se mueva. Ya me tocó autos en cada etapa, o sea sin restaurar, otros semi y otros ya terminados.

– ¿Cuántos tenés ahora? ¿Cuáles son, nos podés citar?

– Clásicos… Y son Fiat 600, Mercedes Benz S220, Chevrolet Bel Air, Citroën CX, Mercedes Benz SL 450, Rover Mini, Mercedes Benz SDL 350, Toyota Célica, Chevrolet Corvette, Dodge Ram Charger, Toyota Land Cruiser, Volkswagen Kombi.

– ¿Estando en este mundo de la colección, se disfruta de cada etapa? ¿Esa etapa de restaurar, de conseguir las piezas, de colocar, ver cómo va quedando, genera dolor de cabeza o un disfrute, o las dos cosas?

– Antes me dedicaba a restauraralos, era una locura lo que hacía jajaja, el Fiat 600, el Alfa Romeo Giulia y el Mercedes Benz S220 fueron los que más dolor de cabeza me dieron, pero una vez terminados es como tener un hijo porque fue con tus gustos personales, siempre dije y lo mantengo: es tiempo y dinero. A veces los odio pero casi siempre al subirme a esos autos me hacen vivir la época y me olvido de los problemas. Tener tantos autos no debe ser fácil, porque tenés que contar con un espacio para tenerlos, tenés que cuidar que estén en buenas condiciones, por ejemplo… ¿cómo manejás todo eso?

– Antes tenía los autos distribuidos por todos lados, entre casa de papá, la radio, mi casa y el Touring y en un estacionamiento, hace casi 1 año ya se centralizaron los vehículos todos juntos en un galpón que también se transformó a que sea de época.

– ¿Qué es Chiche Vintage Car?

– Es una empresa de alquiler de autos clásicos para eventos, comerciales y sesiones de fotos, y que desde este año también es para vender clásicos, la empresa la inicié con Make, mi hermana.

– ¿Todo lo que tocás convertís en negocio? ¿Tu papá es gran responsable de esa capacidad, lo heredaste de él?

– De papá y de mamá, que siempre me motivan a hacer lo que me gusta y, por supuesto, a Make en su momento, y a Mavi actualmente que me da una mano y también con Ariel y Juan, encargados de los traslados y de un CM posteando las publicaciones en redes sociales.

– ¿Bajó mucho la demanda de alquileres de tus autos clásicos para eventos, por la pandemia?

– Sí, muchísimo luego, este año arrancamos bien con casamientos en verano y ahora en etapa de pandemia no se mueven los autos.

– ¿Cómo funciona o funcionaba eso, hubo gente que para su boda, por ejemplo, pidió que vos lleves a la novia?

– Al comienzo yo llevaba a las novias de mis amigos a su casamiento, me vestía de época y ponía música de época para la experiencia, acompañado, pero como corrió de boca en boca tuvimos que ampliar y, bueno, es lo que es hoy: Chiche Vintage Cars, que hasta incluso ya tiene su programa en UCL TV, un canal internacional que llega a todo el mundo con emisiones que van martes de noche, que de verdad nunca imaginamos tener un programa a nivel internacional con los autos y con paseos a famosos para hacerles entrevistas.

– ¿Vendés también, o solo comprás?

– Ambos, ya se vendieron clásicos como el Alfa Romeo Giulia y Volkswagen Golf Cabrio.

– ¿Cuál es el vehículo más caro a tus afectos?

– En línea de afecto, el Fiat 600, en precio están los Mercedes Benz.

– ¿Cuál es de tus sueños, que no tenés todavía?

– Siempre anduve atrás de un muscle car (auto de alta potencia) y apareció el Corvette, quizás más adelante una limu clásica para el negocio.

– ¿Mavi disfruta contigo de esa pasión que tenés?

– Sí… Ella re-disfruta y usa los clásicos para pasearse y disfruta casi igual o más que yo.

– ¿Extrañás las competencias o las reuniones de autos clásicos?

– Muchísimo, no veo la hora de que pase todo porque esos rallys nos permiten tener grandes amistades, nos permiten conocer Paraguay y también una buena oportunidad para sacar a rodar los clásicos.

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