“Los nacimientos significan bendición, pero también tienen otro significado. La cantidad y el sexo pueden ser una predicción”, dice a Crónica doña Estelvina Martínez, una naturista de Luque quien está convencida que todo lo que está pasando no es casualidad.

Los tiempos pasaron, pero el presagio nunca murió. Los que lo predicaban quedaron en el pasado, pero en la mente de los que alguna vez lo escucharon, sigue resonando. A quienes no quisieron creer, la realidad se encargó de hacerles entender.

Los datos son oficiales. El Registro Civil cuenta que en total se reportaron unos 18.813 bebés varones que vieron la luz en todo el país y 17.934 nenas en este 2020.

“Eso no es bueno, significa guerra. El combate para todos nosotros va a seguir y tenemos que estar preparados”, dijo la médica ñana respecto a los datos.

Aseguró que esta profecía ya recorrió de generación en generación y es de suma importancia para que la gente pueda prepararse para lo peor.

“En este caso nos indica que esto de la enfermedad, que trajo muchos males, como la muerte y el hambre, va a seguir por un tiempo. Tenemos que sacar fuerzas de cualquier lado para seguir con la guerra contra el mal”, le bajó avei.

Las malas vibras y los malos pensamientos invaden a todos y por ellos, doña Estelvina, asegura que debemos tener mucho cuidado.

“Solo la fe nos puede salvar”

Doña Estelvina contó que sus oraciones la hicieron ver las cosas que pasan hoy en día. Explicó que mediante Dios logró entender que el mal tomó un poco de poder en la tierra por lo que todos deben refugiarse en la fe para ver y sacar fuerzas de la propia situación. “Solo la fe nos puede salvar de esto que está pasando. La gente lo único que tiene que hacer es empezar a rezar y encomendar a Dios su vida”, le bajó. Explicó que a diario recibe a muchas personas quienes le expresan su preocupación ante la pandemia. “No tiene que preocuparse, pero sí cuidarse. El bien nos escucha si es que le pedimos de todo corazón”, he’imi.

DATO

BUEN ESPÍRITU

Doña Estelvina he’i que no hay que desbordarse ante la sitú ya que estando bien espiritualmente se puede chulear este crítico momento.