Los polis fueron para mediar en una pelea de parejas, pero oipo’o hikuái; bochincheros se fueron presos y cayó marihuana a bulto.

Quién pio iba a creer que una simple pelea de pareja iba a permitir descubrir un sitio en donde algunos de los habitantes de la casa se dedicaban aparentemente a traficar marihuana.

Este tema oiko en una vivienda del barrio San José-mi de la ciudad de Ayolas, en Misiones, hasta donde acudieron los agentes de la Subcomisaría 28.ª para tomar intervención en una disputa familiar en medio de una chupipanda tranqui.

Grande fue la sorpresa de los intervinientes al llegar a la casa. Loperro se estaban peleando, pero al ver a los polis los bochincheros atropellaron kyse ipópe a los uniformados.

Los agentes fueron sobrepasados en número por los sujetos, que ndoikuaaséi mba’eve de la intervención policiaca en el asunto familiar y fueron agredidos por los presentes, llevándose la peor parte el suboficial mayor Éver Ramón Ovelar Marín, quien ligó varios tongazos, patadas y apysarapo al por mayor.

Upéi katu ya era el puroite ya. Uno de los revoltosos, identificado como David Acuña, alias “Tula”, atropelló la patrullera con un respetable cuchillo ha oikutupaite el móvil policial.

Los agentes, ya uno de ellos herido en uno de los ojos y en la espalda, pidieron ¡socorro! por radio a sus camaradas de la Subcomisaría 21.ª Corateí. Cuando estos llegaron recién se pudo retomar la calma y el control de los iracundos tatachines revoltosos.

Los polis identificaron a los agresores y fueron apresados, pero durante el procedimiento se llevaron otra sorpresa. En el interior de la vivienda fue encontrada una gran cantidad de marihuana, que estaba embalada en varias bolsas.

Había sido que en ese lugar se comercializaba el puro hína ra’e.

OCHO APRESADOS

El ataque al personal policial fue filmado por los vecinos. En ella se ve la brutalidad empleada por los ahora detenidos en contra de los intervinientes. En total fueron apresadas 8 personas.

SERÁN IMPUTADOS

En tanto que los tres liberados van a zafar de la imputación por el tema del tráfico de drogas, pero no se van a salvar de ser imputados por la violación de la cuarentena sanitaria por el coronavirus.

Ojetopá 538 kilos de la hierba maldita dentro de la vivienda

Varias de las personas que estaban en la casa fueron apresadas por los intervinientes y fueron llevadas hasta la sede de la Comisaría 8.ª y a cargo de la Fiscalía Antidrogas por la macoña encontrada en el lugar, que fue pesada y dio un total de 538 kilogramos de marihuana.

Los apresados e imputados por la transgresión de la Ley 1340/88 que reprime el tráfico ilícito de estupefacientes y drogas peligrosas fueron identificados como Carlos Milciades Villalba Quiroz, Marcelo Villalba Díaz, Mirta Villalba Díaz, Rodrigo Manuel Acuña, Bernarda Areco Ávila y un menor de 17 años que fue puesto a disposición del Juzgado Penal de Adolescentes. Los otros tres demorados, Leonora Quiroz, Dahiana Villalba y Alexio González Robles fueron liberados.

Estaban todos tuchaitére, pero uno ya se fue todito: ¡dio 4,57!

Lo que comenzó a “descontrolar” la sitú fue que el trago iba y venía por todos lados. Y como nunca falta el ka’u argel, se pudrió todo.

Según algunos testigos, una pareja salió a discutirse en la calle y de golpe la mujer se desplomó. Ahí nomás llamaron al 911. Cuando los uniformados llegaron, la escena era digna de Sodoma y Gomorra. El suboficial Éver Ovelar y el suboficial David Romero llegaron a la casa. “Una vez en la misma pudieron observar varias personas, todos parientes y en estado de ebriedad”, he’i el parte que se hizo de la intervención. Destacan que al ver a los uniformados los golpearon ¡y hasta apuñalaron a la patrullera!

Cuando por fin consiguieron refuerzos, lograron arrearlos a la comisaría. Allí se constató el “pedo genérico”, pero uno ya abusó: ¡4,57 g/l salió su prueba!

Todos los borrachos serán vicheados por el fiscal Pedotti, que además incluirá lesión a un policía, daño a una patrullera, resistencia y violación de la cuarentena a más de lo propio por droga.