Aracel es funcionaria de la Gobernación de Canindeyú. Ante la necesidad en la zona, lleva a los hospitales a los enfermos.

La difícil situación que se ve a diario hace que muchas personas vean lo primordial de la vida. Para Aracel Iturbe (31) de la ciudad de Salto del Guairá, departamento de Canindeyú, es ayudar a los demás y eso lo demostró con su loable gesto.

La mujer, de profesión abogada, decidió cumplir con la gran labor de trasladar a las personas enfermas y de escasos recursos por medio de una ambulancia con que cuenta la Gobernación, en donde también cumple una función muy importante.

“Yo soy asistente de secretaría en la Junta, pero la pandemia nos obliga a poner un poco más de cada uno. Tenemos que ayudarnos y ayudar a los que más necesitan, por eso decidí hacer este trabajo también”, dijo a Crónica la mujer.

Aracel no es que acompaña en la ambulancia, sino que ella es la propia chofer, y gracias a esto aseguró que comprendió que lo más importante es hacer el bien sin mirar a quién.

“Me tocó manejar en muchos casos de urgencia, personas que estaban en peligro de perder la vida. Pero todos los supimos sobrellevar. Siempre aparece gente que ayuda”, expresó.

Relató que un día, mientras realizaba el traslado de un mitã’i que estaba muy grave anga, sintió la verdadera desesperación debido a que encima de la grave situación de salud del menor se le pinchó la rueda mientras iba camino a un hospi de Asunción.

“No me andaba el gato, no sabía qué hacer. Pero pasó un transeúnte de milagro y me ayudó. Fue un ángel que me ayudó a salvarle a la criatura”, dijo Aracel.

Contó que se dan muchas circunstancias en las calles, las cuales le hicieron más fuertes y aumentaron su convicción de que nació para ayudar a los que más necesitan.

APOYO

Aracel contó que está muy feliz avei ya que cuenta con todo el apoyo de sus familiares. Explicó que solo busca ayudar y poner en alto lo que la vida le enseñó en todos estos años.

SOLUCIÓN

La letrada he’i que existe mucha necesidad en la zona y ante las pocas formas de traslado, ellos son una solución para los pobladores que están pasando por una situación jetu’u.

CON PROFESIONALES

Cuando los cuadros de los pacientes a trasladar son muy graves, Aracel contó que es acompañada de profesionales de la salud para que los hasýva lleguen estables hasta los hospis.

Busca demostrar que las kuña avei pueden hacer ese trabajo

Sus principios están bien impuestas dentro de su mente. Mientras maneja, su rostro refleja puro orgullo debido a que además de que está haciendo lo correcto, pone en alto al género femenino, que muchos no aprecian en su real dimensión.

“Con este trabajo dejamos en claro que nosotras las mujeres podemos también hacer este tipo de trabajo. No porque somos mujeres no vamos a poder. Quiero que muchas mujeres más se animen y salgan a ayudar por medio de la forma que sea”, le bajó Aracel.

Aseguró que está muy contenta con toda la repercusión que tuvo su gran trabajo y por sobre todo, por la aceptación que tuvo en las redes sociales. “Nos damos cuenta que las personas nos apoyan, y eso nos da fuerzas para seguir ayudando a la gente. Es muy importante para que hagan eso”, he’i.

“Lo más importante es que las personas lleguen bien”, relató

Aracel contó que desde hace varios años ayuda con el traslado de personas enfermas hasta los hospitales dentro de todo el país. Hace unos días pudo empezar a manejar la ambulancia, lo cual le aumenta la responsabilidad.

“Las calles nos enseñan que existen diversas dificultades que debemos enfrentar. Ahora todo es más difícil con la pandemia, porque debemos cuidarnos del virus”, relató. Aseguró que para el traslado de los hasýva cuentan con todos los insumos de biodiversidad con los que avei cuidan a las personas que van a trasladar.

“Lo más importante para nosotros es que las personas lleguen bien a los hospitales. Tenemos que salvar vidas”, le bajó la mujer.