Si querés cruzar una vez, y te agarran… mala suerte. Si querés cruzar por segunda vez y te agarran… podés decir ikatu coincidencia mba’e. Pero si querés cruzar por tercera vez y te vuelven a agarrar… ¡Y encima haciendo actividades ilícitas!

Esto es lo que se registró a orillas del río Paraná, donde un “Aquamau”, que nada tiene que ver con Aquaman, pero sí tiene la misma destreza que “Aquamal”, fue nuevamente agarrado por la Policía Federal del lado rapai cuando intentaba entrar en su territoriño con otros tres kape.

Ya en horas en que la oscuridad se apoderó del cauce y solo las luces se ref lejaban en el firmamento, se metieron en una embarcación con la idea de llegar de Ciudad del Este a Foz. Pero, al parecer, el ruido que generaron a la hora de cruzar el río más las luces de los celulares terminaron siendo “soplones” de la situación.

Ahí nomás los uniformados garotos le bajaron un “altiño minimo” y todos en filas fueron detenidos. Una vez que los agarraron y los equiparon, volvieron a cruzar el Paraná para entregar a todos los detenidos a la Prefectura Naval paraguaya que tiene su base en la capital del Alto Paraná. Uno de ellos, identificado como C. L., de 24 años, es la tercera vez que cae por la misma causa, o sea un “reincidente de corazón”. Además, ho’a E. M. (18) y dos péndex de solo 17 años.

EXPULSADOS

Una vez que los paraguayos fueron “pescados” en el río, los uniformados rapais les hicieron toda la papelería correspondiente en que hicieron constar que los mismos fueron expulsados, por lo que ya no podrán reingresar.

Práctica que ni con pandemia quedó de lado

Los cruces sobre el río Paraná en cualquier cosa que flote es “normal”, incluso en época de pandemia. Eso se ve ref lejado, por ejemplo, en la gran cantidad de denuncias que se dan cada semana sobre productos que siguen ingresando de manera ilegal, es decir, de contrabando. De hecho, este mismo año, en varios procedimientos que hizo la Fiscalía, hasta fueron detenidos funcionarios de la Asociación Nacional de Navegación y Puertos.