Vino para jugar a la capital siendo todavía un mitã’i y le costó un montón. Y atendé qué música le gusta bailar en el vestuario.

• Por Juan V. Duarte

La historia de Ronaldo Báez Mendoza (Juan E. O’Leary, Alto Paraná; 23 de marzo de 1998) es como la de muchos otros jugadores que tienen el sueño de triunfar en el fútbol. Reclutado para las inferiores de Libertad, llegó a la capital siendo muy joven y en charla con Crónica, el actual jugador de Nacional, relata lo difícil que le resultó acomodarse a un ambiente totalmente distinto.

“Yo jugué desde los 5 años en el club Atlético Forestal de mi ciudad, en Juan E. O’Leary, ahí estuve hasta los 13 años, hasta que Roberto Paredes me trajo a Libertad, donde comencé en las inferiores”, relata a Crónica el mediocampista.

Agregó que ese cambio resultó muy traumático para él. “La verdad, todo me resultó muy difícil, los primeros días no me hallaba para nada, cuando llegué recién, lloraba todos los días y solo quería volver. Prácticamente no hablaba luego con nadie, pero de a poco me fui adaptando en la pensión del club, ya me hice amigo de mis compañeros y pude concentrarme un poco mejor en jugar”, confesó.

En ese sentido, Ronaldo comentó que las comodidades y la buena atención que el Guma presta a sus jugadores de las formativas fueron claves. “Eso fue lo mejor, nos trataban muy bien, no nos hacían faltar nada, te alimentan bien, pero también exigían mucha disciplina, por la mañana íbamos a entrenar y por la noche estudiábamos, esa es un obligación en Li bertad”, agregó.

La oportunidad de debutar le llegó en el 2017 de la mano de Jubero en un partido ante Rubio Ñu (0-0). “Fue único realmente, de estar de pasapelotas, es otra cosa jugar al lado de ‘Sa-Sa’ y ‘Tacuara’, por ejemplo. Incluso mis padres vinieron a verme y cumplí el sueño de todo mitã’i”, recordó.

SUS PADRES

Valois Báez y Florencia Mendoza son los padres de Ronaldo y viven en Juan E. O’Leary. Además, tiene un hermano que se llama Rodrigo.

UNA CASA

Báez recordó que con el primer dinero importante que ganó en el fútbol ayudó a construir la casa de sus padres en O’Leary. ¡Purete!

A LA PREMIER

Ronaldo también confesó que entre sus grandes sueños está el poder jugar alguna vez en la competitiva Premier League de Inglaterra.

“A mi papá le gustaba mucho el Fenómeno y me puso su nombre”

El nombre Ronaldo es universal en el fútbol, primero por el famoso excrack rapai y actualmente por Cristiano Ronaldo, otro de los “grandes”. Fue justamente por el “fenómeno” jugador brasileño que le pusieron ese nombre. “A mi papá le gustaba mucho el ‘Fenómeno’ y me puso su nombre. Dice que le dijo a mi mamá, que si nacía un nene le pondría ese nombre y bueno, nací yo… jaja”. Agregó que él, “las veces que puede” suele mirar los “regates y jugadas” del exídolo rapai.

El regalo especial del Patito, su ídolo y máximo referente

El jugador referente para Báez es Sergio “Patito” Aquino, no solo por su calidad como jugador, sino como persona. “La verdad siempre me sorprendía el capitán Sergio Aquino, por como trabajaba, me habló muchísimo y es un tipo humilde. Además, estando en la Sub 15 me regaló sus botines porque teníamos el mismo calce, y ya cuando estaba en el plantel me volvió a regalar porque yo tenía un solo par de botines, todos rotos. Yo no podía creer que me haya regalado”, refirió.

Baila música funky en el vestuario

Si bien Ronaldo se maneja con bajo perfil, nos confesó que entre sus hobbies preferidos está el escuchar música y que a la hora de elegir, el ritmo funky le copa, el que incluso baila.

“La verdad casi no salgo, pero me gusta escuchar música, bailar también, en el vestuario sobretodo, me gusta mucho la música funky, y estando ahí, hay mucha variedad, escuchamos de todo”, añadió.

En ese sentido, confesó que los “dijey” habituales en el Trico son Juan Franco y Édgar Zaracho. “A ellos también les gusta ese tipo de músicas”, concluyó.