• POR RODRIGO VALDEZ

En Itá, la tristeza se palpa en la calle y en los ojos opacos de algunos habitantes, miradas que apenas alcanzan a distinguirse entre tapabocas de tela que cubren parte de sus rostros. La angustia se nutre de la incertidumbre. Del temor, porque ahora le tocó a alguien considerado como un hijo “ilustre de la ciudad”, pero mañana puede ser cualquiera.

La muerte del joven Giovanni Benítez –a quien el pasado miércoles asesinaron para robarle su celular– dejó un profundo dolor en sus familiares y en toda la ciudad que ahora clama justicia.

Desde niño, Giovanni se hizo querer. Recorría por cada rincón de Itá empujando su carrito para juntar plásticos y vendiendo rifas para ganarse la vida honradamente. Así se hizo muy conocido, pero no solo por su trabajo, sino por su amabilidad, por su sencillez, y por su historia de vida.

Siempre sonreía y trabajaba motivado para ayudar a alguien muy especial para él: su abuela Fidelina, quien lo crió desde que era bebé.

“Desde niño prometió que me iba a cuidar toda su vida y así lo hizo hasta su último día. Me partieron el corazón”, dijo doña Fidelina, quien llora del otro lado de mi celular, y ni siquiera puedo darle un abrazo, un pañuelito, un caramelo. “Se fue parte de mí y de toda la ciudad”, agregó.

Giovanni debía cumplir ayer 18 años. Y salió a trabajar un día antes con mucha motivación porque quería festejar con una torta su cumple en compañía de su abuela.

“Ese día nos dijo que tenía que hacer plata para comprar una torta y festejar con su abuela y su abuelo, y ahí le hicieron esto, no lo podemos creer. Le estamos dando el último adiós en el día de su cumpleaños”, contó por su parte Belén Benítez, tía de Giovanni.

HOMENAJE

Giovanni vivía en el barrio San Antonio de Itá desde donde hicieron una caravana hasta el cementerio de la ciudad. “Así quisimos recordarle y homenajearle por su cumple, con una caravana”, dijo Belén.

Sueño de la casa propia, por la mitad

Giovanni se crió de niño con su abuela Fidelina porque su mamá tuvo que viajar a la Argentina por cuestiones de trabajo.

“Ella es madre soltera y siempre quiso llevarle a la Argentina, pero Giovanni decía que no quería dejarle a su abuela porque le prometió que le iba a cuidar toda su vida y así lo hizo. Salía a trabajar porque quería y no porque se le obligaba. Todos trabajamos y él lo hacía porque quería tener bien a su abuela”, contó Belén.

“Desde los 7 años él comenzó a juntar latitas. Lo que más quería era hacerle una casa digna a su abuela y casi lo logró porque la construcción se quedó por la mitad”, contó. “Él iba a la escuela en un grado especial, soñaba con ser un gran profesional”, finalizó.

Apresaron al supuesto autor del asesinato de Giovanni

“Las calles de Itá ya no van a ser las mismas sin verle con su carrito, sin su megáfono ofreciendo rifas”, dijo doña María Villalba, vecina de la zona y cuya opinión la comparten muchos en la ciudad, quienes hicieron una marcha frente a la Fiscalía para pedir justicia.

El joven fue encontrado sin signos de vida en un matorral en horas de la noche del miércoles, en el asentamiento Kokuere. El supuesto autor del asesinato fue detenido en la mañana de ayer.

El sospechoso habría golpeado con un objeto contundente a la víctima para despojarlo de su celular. El mismo fue identificado como Emilio Amarilla (21), alias Emilio’i, según informó la fiscala Daysi Sánchez. “Su celular y un 200 mil le quitaron y asiete se ensañaron por él ¿Por qué piko le hicieron esto? Él que era tan bueno y honrado”, dijo muy triste Belén.