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“Para que no me abandone yo inventé que mi bebé es suyo”

“Para que no me abandone yo inventé que mi bebé es suyo”

HACE 4 AÑOS que lleva adelante una relación clandestina, hace poco él le dijo que ya no quiere hacerle sufrir a su familia y le pidió un respiro con la promesa de no abandonarla del todo, a ella le cuesta aceptar que todo se termine así.

Hola, no sé cómo empezar a contarte lo que me pasa, soy separada, tengo un hijo pequeño y otro en camino. Tengo un novio, con quien hace 4 años somos amantes, porque él es casado. Ayer me pidió tiempo, por mensajes de texto, cobardemente no se animó a decirme las cosas de frente. Recuerdo que habíamos hecho la promesa de que si algo nos detiene, debíamos decirnos las cosas de frente.

Me escribió que quiere cambiar la vida que lleva, me quiere mucho según él, solo que no sabe qué hacer porque tiene su familia y no la quiere perder. Yo también lo quiero mucho, no me resigno a dejarlo ir, pero dónde yo se si es él quién escribe o su señora tomó su celular y empezó a escribirme para separarnos.

Igual pensé mucho lo que escribió, cuando empecé a leer fue como si un rayo me partía el corazón, no se qué hacer, necesito tenerle conmigo, no entiendo por qué quiere que se termine todo así nada más, además él me dijo que hay una esperanza de volver a estar juntos.

En ese momento, yo para no perderlo tuve que mentirle, le dije que el bebé que estoy esperando es suyo. Él se había ido a un retiro hace poco, de ahí vino queriendo cambiar de vida, o sea ya no quería hacerle daño a su pareja, el bebé que en realidad es de mi marido y no es suyo. No quiero que me dejes -le dije- y me dijo que estaríamos viéndonos y me llamaría todo el tiempo. Yo no entiendo bien eso. Pero nunca más me llamó, ni me escribió a partir de allí, se alejó totalmente.

Estoy segura de que este hijo que espero no es de mi amante porque dejamos de vernos un tiempo y de ahí yo nada más estuve con mi marido. Me arrepiento mucho de la mentira que le dije, pero yo quiero tenerlo conmigo y tuve que hacer eso. Lo busco mucho, lo necesito más ahora que estoy embarazada, no sé qué me pasa, pero de lo que estoy segura es que no aguantaré estar sin él.

Por más que me aseguró que no me abandonará, que solo quiere alejarse de mí porque ya siente amor por mí y tiene mucho miedo a tomar una mala decisión… me duele.

Además estoy tan mal que hasta me dan ganas de salir corriendo a buscarlo. Es un amor de hombre, en él encontré tantas cosas que en mi marido no hay. Le supliqué que no me deje y me dijo que no me abandona, que solo necesita llevar un camino distinto al que solíamos tener. Sabes que le dije que ni Dios podrá separarme de él… trato de no pensar, pero me cuesta tanto olvidarlo, es lo que siento a cada instante que pasa.

«Yo también lo quiero mucho, no me resigno a dejarlo ir, pero dónde yo se si es él quién escribe o su señora tomó su celular y empezó a escribirme para separarnos.

ESPERANZA, DE ASUNCIÓN, 36 AÑOS.

LA RESPUESTA: RELACIONES COMPLICADAS

Se corre el riesgo de sufrir muchas decepciones por las indefiniciones

Puede que realmente necesites un respiro para no caer en la obsesión de seguir alimentando una relación basada en secretos íntimos. Aceptar su decisión por más que lo hizo por mensajes, si no te volvió a buscar es una señal de que realmente quiere alejarse y habrá que respetar eso. Puede ser que esta persona sea para vos un bastón, te hiciste la idea de que te sostiene, pero la verdad es que sos una persona valiosa que sabrá salir adelante con o sin él. Pensá en vos, en tu hijo que viene en camino, no lo uses para retener a una persona que se quiere ir, es mejor afrontar la vida con valentía, el resto vendrá por añadidura.

Claro que a veces los dos se enamoran y se van juntos mandando al tacho todo lo demás, pero creo que esta historia no es así. Por lo general cuando pasa mucho tiempo (en tu caso 4 años) el sostener una doble vida resulta más difícil porque por más que existan sentimientos, él no está dispuesto a asumir un compromiso a la vista de todos.

Hay como un miedo a dejar esa estabilidad que -buena o mala- tiene dentro de la casa, para lanzarse a una aventura con otra persona, menos si hay hijos de por medio. Cuando se da este tipo de dualidades amorosas se corre el riesgo de sufrir decepciones, a perder el respeto por uno mismo y sobre todo la autoestima. Algunas veces las relaciones clandestinas son pasajeras, un escape de ilusiones, sueños y fantasías, donde los sentimientos de culpa o la posibilidad de ser descubiertos hace que, así como empezaron, se terminen.

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