Vistió la casaca de Sol de América y Olimpia, pero gran parte de su carrera la hizo en el fútbol de Chile, donde pasó por el cielo y el infierno.

• POR ÓSCAR PATIÑO RIVEROS

La vida del futbolista no es fácil. Generalmente el público solo ve “la parte más linda”, cuando al atleta le va bien deportiva y económicamente, pero nadie ve el esfuerzo que cada uno tuvo que hacer para llegar a ese momento.

Alimentación deficiente, práctica, dormir debajo de la gradería y hasta jugar sin contrato, todo con la esperanza de “llegar”. El esfuerzo y el sacrificio son enormes y solo los fuertes sobreviven. Y cuando llegan, muchas veces no todo es color de rosa. Fue lo que le pasó a José Félix Pedrozo Bogarín (38 años), exzaguero de Sol de América, Olimpia y Rangers de Chile, entre otros clubes.

Crónica habló con él sobre su carrera deportiva, los momentos duros que vivió estando en el fútbol trasandino, las lesiones, su temprano retiro y su vida luego de colgar los botines.

“Muchas personas creen que la vida del futbolista es fácil y no es así. Solo el que pasó por momentos difíciles y llegó sabe lo que le costó llegar, nadie más. Yo pasé por momentos complicados, muy duros, para jugar en Primera División y después tener la posibilidad de jugar en el exterior”, dijo el exatleta.

Pedrozo militó en cuatro clubes en Chile, Deportes Antofagasta, Ñublense, Rangers y San Marcos de Arica, le fue muy bien en Antofagasta y en San Marcos; sin embargo, algunos solo lo recuerdan por el incidente que tuvo con el árbitro Marcelo Miranda cuando jugaba en Rangers.

“Muchas pases viví en Chile, buenas y malas. Sobreviví a tres terremotos, el segundo, cuando era jugador de Rangers, fue el más duro”, reveló.

SE RETIRÓ JOVEN

José dejó el fútbol profesional muy joven, solo tenía 34 años cuando las lesiones lo obligaron a colgar los botines.

LO DIJO

“MUCHAS PERSONAS CREEN QUE LA VIDA DEL FUTBOLISTA ES FÁCIL Y NO ES ASÍ. SOLO SABE EL QUE PASÓ POR MOMENTOS DIFÍCILES”

JOSÉ PEDROZO

Exfutbolista

Le agarró del cuello al árbitro y ligó 27 partidos

El momento más duro en toda su carrera se produjo un 18 de julio del 2010, cuando, durante el partido entre su equipo Rangers y Deportes Concepción, por el torneo chileno, Pedrozo explotó de la rabia tras una acción que él consideró injusta y le agarró del cuello al árbitro Marcelo Miranda.

Le aplicaron una durísima sanción, lo suspendieron por 27 partidos. Casi un año dejó de jugar.

“Me acuerdo muy bien de ese momento, el árbitro cobró un penal en contra nuestra e hizo repetir cuatro veces, hasta que Concepción metió. Eso me pareció injusto. Y después en una jugada que era para amarilla me sacó la roja, allí reaccioné”, explicó a Crónica.

“A la primera que le llamé fue a mi madre”

Tras la expulsión, José Félix sabía lo que se venía, era consciente de que lo sancionarían, por eso a la primera persona que le llamó a contarle lo que había pasado fue a su madre. “A la primera que le llamé fue a mi madre, no quería que se entere por la prensa, por eso yo mismo le expliqué lo que pasó”, señaló.

Dos años después tuvo su revancha

Tras el incidente con el árbitro Marcelo Miranda en el 2010, Pedrozo la pasó muy mal, mucho tiempo dejó de jugar y anímicamente le costó recuperarse, pero él tiene un carácter de hierro y nunca bajó los brazos, tal es así que al año siguiente volvió a Chile y en el 2012 se coronó campeón del ascenso con San Marcos de Arica y subió a Primera División. “27 años después logramos subir de nuevo a Primera al club”, contó.

Supo invertir lo que ganó y ahora vive de alquileres

En el mundo del fútbol hay quienes ganan poco, mucho y demasiado, en el caso de Pedrozo él supo manejar muy bien lo que ganó en Chile, razón por la que no tuvo muchos problemas, pese a que dejó el fútbol muy bien.

“Cuando jugaba en Chile me decían que yo era muy tacaño, el paraguayo es muy tacaño decían por mí, pero yo no fui allá de vacaciones, invertí lo que gané y trato de manejarme dentro de mis posibilidades. Mis padres me ayudaron mucho en eso”, reveló el ex-Olimpia.

Pese a todo, destacó su paso por Olimpia

Solo estuvo seis meses en la institución de Para Uno en el año 2005, “me tocó estar en el peor momento de Olimpia, además me lesioné y me rescindieron el contrato. Igual fue bueno porque conocí y jugué con grandes jugadores, con muchos de ellos hasta ahora hablo”, remarcó. De la “O” se fue al fútbol de Brasil.