La Virgen de Las Mercedes está de cumple hoy y la están “agasajando” en varias partes del país. Uno de esos lugares es la ciudad de Caraguatay (Cordillera), de donde es “santa patrona”. Las vivencias y anécdotas de fé de los creyentes son incontables, pero algunas quedaron bien grabadas en la memoria de quienes la vivieron.

Selva María de Ullón (57), es una antigua pobladora de la ciudad y fiel devota de la virgencita, y relató que a lo largo de sus años como servidora de la iglesia, fue testigo de incontables situaciones y “milagros” de la patrona de los reclusos. “Anécdotas hay muchísimas. Mi mamá, antes que yo, estaba metida en las cosas de la iglesia y desde que tengo memoria recuerdo que ella servía en el templo para la virgen”, empezó.

“Una cosa que no voy a olvidar nunca que me contó que los exconvictos dejaban balas y cuchillos bajo el manto de la virgen. Entraban de rodillas y dejaban eso ahí y era una acción como que diciendo ‘yo hoy dejé señora, salí libre señora y te prometo que nunca más voy a usar esto’. O sea era renunciar a esa vida”, siguió.

Por otro lado, Selva María contó que hoy llegó justamente una persona de Asunción hasta la virgen, con el fin de cumplir su promesa. “¿-Puedo pagar mi promesa? Me dijo. -Claro que sí hijo, le dije; -pero yo tengo que entrar de rodillas me dijo y al parecer era una persona que estuvo en la cárcel cumpliendo su promesa. Eso para mí es un milagro, que la virgen haya logrado cambiar la vida de muchas personas que están privadas de su libertad, porque cada año vienen a agradecer”, expresó.

Se viste de blanco hace 35 años

Hace 35 años que doña Selva María, en el novenario va vestida totalmente de blanco como la virgencita. No lo hace por un favor especial que la santa madre le haya hecho, sino más bien por agradecimiento a todas las bendiciones que recibió a lo largo de su vida. “Mi hijo mayor tiene 35 años y cuando nació tuvimos inconvenientes y recuerdo que en ese momento le había prometido que vestiría de blanco, pero ahora ya no lo hago por una promesa, sino como agradecimiento. Como dijo el padre es darle gracias por lo poco y lo mucho que nos da y voy a usar el blanco hasta que me muera”, aseguró muy firme en su fe.

Hace 35 años que la doña sirve incansablemente para la iglesia, forma parte del Consejo Económico de la Pastoral de la iglesia y además es una de las voluntarias para la lectura de la liturgia.