“El calor se siente y mucho aquí en el Chaco y más en bicicleta, pero no es obstáculo para cumplir mi objetivo”, dijo Richard.

El día se arrastra. El sol pega fuerte, es una trompada al fiel estilo Mike Tyson, directa al mentón que noquea al toque.

El calor achata y es literalmente un soberano castigo. En horas de la mañana, cuando el termómetro ya casi llegaba a los 40 grados ni el jaguarete tenía ganas de salir en su paseo diario matinal por los montes del Chaco. Pero Richard Castillo sí, y lo hace en bicicleta.

El joven pedalea día a día kilómetros y kilómetros en medio del “infierno chaqueño” por un motivo especial: llevar un mensaje de esperanza a aquellos que están afligidos del corazón por todo lo que conlleva esta pandemia del covid-19. “Mi misión es llevar un mensaje de fe, esperanza y paz a cada rincón. Ahora estoy en el Chaco y a bordo de la bicicleta recorro para hacerlo”, contó a Crónica Richard, al momento de llegar pedaleando a la comunidad indígena Nueva Promesa, ubicada en Teniente 1ro. Manuel Irla Fernández, en el departamento de Presidente Hayes.

“El calor se siente y mucho aquí en el Chaco y más en bicicleta (ríe), pero no es obstáculo para cumplir mi objetivo de hablarles de Dios a todos y de lo que hizo en mi vida, y más aún en este momento cuando las personas necesitan escuchar lo que Él puede hacer en sus vidas sin tan solo creer en medio de dificultades, de la incertidumbre que causa esta pandemia”, aseguró.

“Es por eso que recorro en la bicicleta para llevar mi testimonio de vida. Aquí les hablo a los jóvenes de diferentes temas y me llena el corazón”, añadió.

SU VIDA

Aseguró que no cambiaría por nada del mundo la vida que lleva ahora con Dios a su lado. “Quiero llevar su Palabra a todas partes”, dijo Richard.

“Mi vida era un tremendo descontrol”

“Mi vida era un tremendo descontrol. Pero Dios me rescató de lo más profundo del pozo en el que estaba y, desde esa vez, comencé con esta misión”, contó Richard y dijo que quiere que su testimonio sea de ejemplo para muchos jóvenes que toman el mal camino.

“La verdadera solución a nuestros problemas y el verdadero dueño de nuestras vidas es Dios. Y solo en Jesús hay salvación. Es de eso de lo que hablo en cada recorrida que hago”, contó. Richard, aparte de dar un mensaje de esperanza, también canta a las personas. “Es un don que tengo y me encanta hacerlo”, finalizó.

En plena tarea avei le corta el pelo al rollo y le canta ra’e

En medio de los montes, Richard pedalea y no se cansa. Llega a las comunidades y, aparte del mensaje que brinda, realiza una acción noble y caritativa para ayudar a las personas.

“Aprovecho para cortarles el pelo al que necesita. Es para ayudar un poco en lo que se hacer. Mientras les corto el pelo también le canto, que es otra cosa que sé hacer”, añadió.

Richard dejó la comodidad de su querida Capiatá para realizar esta labor que asegura Dios le encomendó. “Es lo menos que puedo hacer para agradecer al que me rescató y me salvó”, finalizó.