- GUSTAVO GALEANO
- Corresponsal
Una familia que transitaba a bordo de un automóvil, supuestamente fue víctima de un procedimiento irregular que según los datos recibidos incluso llegó hasta la altura de la tortura con fines extorsivos.
El supuesto procedimiento irregular fue realizado por un grupo de agentes policiales de la Comisaría 7.ª del barrio San José, quienes no llevaban portanombres ndaje. Los denunciantes, Jessica Leiva de Villalba y su esposo Martín Villalba, iban en compañía de dos hijos menores cuando fueron alteados por los polis, quienes a toda costa exigieron dinero a la pareja para no revisar su vehículo, porque supuestamente llevaban narcóticos, pero no contaban con ninguna orden judicial para tal procedimiento.
Sin embargo, a uno de los intervinientes se le pudo identificar con el apellido Ávalos.
La doña acusó que uno de los agentes le tocó las partes íntimas, donde según aseguraron los agentes de que la misma llevaba guardado dinero, a lo que ella respondió que ni un peso les daría. Entonces, uno de los intervinientes le respondió que “ipukúta, ipukúta la problema”.
DENUNCIA CANDENTE
Para los abogados que llevan la causa, el tema fue tan candente que la denuncia fue catalogada como coacción grave, privación ilegítima de libertad, torturas y persecución de inocentes.
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