Ya no tuvo cómo pagar alquiler. Asegura que esta “cuarentena” le cambió su manera de ver todo.

“La pandemia me ayudó a reinventarme hasta psicológicamente” cuenta Marcos Jara (26), un joven dijey que trabajaba en un bar de Ciudad del Este, antes del cierre del Puente de la Amistad.

“Cuando inició el tema de la pandemia, fui uno de los primeros que se quedaron sin trabajo. Unos días después mi pareja también dejó de trabajar porque la empresa en donde era promotora cerró” cuenta el joven, dando un panorama de la manera en la que les pegó de entradaite la sitú.

“Con lo que recibimos de indemnización, invertimos en un puesto de venta de remedios naturales en el mercado. Al principio, con el invierno, salvábamos bien. Pero después de a poco fueron bajando las ventas porque día tras día los negocios iban cerrando y no había clientes”, mencionó.

Todo se le hizo difícil. “Vivíamos en un apartamento, pero tuvimos que salir porque no teníamos más para pagar. No sé qué hubiera sido de mí, si mi mamá no nos recibía en su casa porque en serio que fue como decirte que quedé en la calle… Ahora, recomenzamos. Ya pasamos muy mal. Ojalá que con la reapertura de la frontera pronto todo cambie”, tiró Marcos con una voz cargada de optimismo.

Sabe que la cosa no estuvo fácil, pero dentro de todo lo malo rescató la enseñanza que le dio esta situación, esa lección de vida que solo en la universidad de la calle se aprende.

“Ahora, lo único que pienso es en ahorrar hasta el último guaraní que gane, por cualquier cosa. Antes derrochaba como cualquier persona joven, farra, viaje. Ahora pienso totalmente diferente, empecé a valorar las cosas, ese diez mil guaraní que recibo, para mí tiene un valor demasiado grande”, sentenció.

DE TODO

“Mi novia empezó a hacer manicura, por suerte no tenemos hijos, pero si no fuera por mi familia no sé qué hubiera sido de mí, estaría viviendo en la calle”

Tienen fe en que todo va a estar mejor

“Hoy recibí una muy buena noticia, desde la otra semana ya vuelvo a trabajar. Me llamó mi jefe y por ahora una vez por semana me voy a ir a trabajar, lo único en lo que pienso ahora es en ahorrar”, cuenta emocionado el joven que aseguró que esto es como “recomenzar todo”, pero con la lección aprendida.

De hecho se espera más movimiento porque con la reapertura oficial del Puente de la Amistad, que se dio ayer a primeras horas del día, los empresarios del Este del país ya están craneando hacer un black friday para finales del mes de noviembre para atraer a los compradores, todo con la esperanza de dinamizar las ventas luego de 7 meses de “sequía”.

“Ahora le valoro muchísimo más a la familia”, tiró Marcos

“Antes ayudaba muy poco a mi mamá. La verdad era un poco fayuto y derrochaba. Pensaba solo en mí. Eso va a cambiar. Ahora le valoro muchísimo más a la familia. La verdad ni yo creo cómo cambió mi forma de pensar en estos siete meses. Veo las cosas de otra forma. Me di cuenta que siempre tenemos que estar preparados para cualquier cosa, en un minuto puede cambiar tu vida”, asegura Marcos.

Hoy, la visión de la vida es otra. Las esperanzas de poder reactivar la economía en la zona lo llevó a pensar en nuevos emprendimientos, en ver cómo generar recursos con cada guaraní ahorrado y poner en práctica lo que la misma práctica le enseñó.