Sus ojos húmedos se plantan en el horizonte mientras siente cómo su embarcación parte las aguas con tanta fuerza como para que nada le detenga.

La travesía fue dura para ella, pero su pasión por este trabajo la llevó a soportar cualquier tipo de obstáculos que luego la ayudaron a convertirse en lo que es hoy, una gran “mecánica de barcos”.

Desde el barrio Trinidad de Asunción, María Eugenia Matiauda (32) demostró que no existen límites cuando hay un sueño que perseguir y ella lo vive en carne propia en compañía de sus dos hijos. Y es que luego de creer que era ya imposible, con mucho esfuerzo pisó el lugar que siempre quiso, trabajar en el área de reparación de navíos de un astillero.

“Estoy hace 6 años en el rubro de la reparación naval, es un trabajo muy delicado. Siempre fue mi sueño estar en los barcos, desde chica miraba desde lejos y soñaba si podía algún día hacer ese trabajo”, expresó Maru con mucha emoción.

El camino estuvo lleno de piedras, pero ella supo encausar su rumbo, porque en su mente siempre el destino no era encallar y hacer naufragar los sueños que desde chiquita navegaban en su corazón.

“En mi proceso de estos años pasé muchas cosas, discriminación, acoso, incomodidades, pero siempre pude sobrellevar, yo amo esto”, aclaró.

Pese que todo este tiempo vino trabajando directamente con los hombres, Maru asegura que con respeto pudo hacer de este ambiente el mejor, tanto para ella como para sus compañeros.

“Fue importante mantenerme firme, en una postura de respeto, para que ellos se den cuenta que soy una más de ellos”, tiró.

2 COLEGAS

Maru aseguró que son pocas las que se aventuran en este rubro que ella ama. Explicó que tiene datos de que además de ella está otra “mecánica”, mientras otras mujeres están en el área operativa.

VA A SER INGE

Pese a su ajetreada agenda, Maru contó que goza de muchas oportunidades que la vida le puso en el camino. Es por eso que nos comentó que está a punto culminar la carrera de Ingeniería Ocupacional en medio de su laburo.

Hay despidos y más trabajo por culpa de la bajante del río, dijo

A causa de la histórica bajante del río, la situación se complicó para todos los que trabajan en los barcos, según nos dijo Maru.

La mujer comentó que muchos tripulantes fueron despedidos debido a que el río está muy bajo y casi no hay movimiento en el agua. Asimismo, todos ellos se llenaron de trabajo porque muchos barcos se golpean por piedras y terminan en el astillero.

“Para nosotros hay bastante trabajo ya que hay mucha reparación por golpes en las embarcaciones a causa de la bajante”, reveló. Maru contó que también tuvo que enfrentar al virus maldito debido a que le tocó cuando estaba en su laburo.