Un motosierrista volvía a su casa por culpa de una tormenta y por el camino ho’a peteî descarga eléctrica por su cabeza y sobrevivió

Hay veces que la vida te da otra oportunidad, algo inexplicable para el entendimiento humano, porque no hay lógica posible en algunos accidentes o incidentes con la naturaleza de los que una persona pueda salir con vida.

Un motosierrista de la ciudad de Pilar sufrió en su humanidad el impacto de una fulguración de más de un millón de voltios y vivió para contarlo. Esta persona que volvió a nacer de nuevo es don Quelmin Servián Martínez (35), quien se despertó en la sala de terapia intensiva del Hospital del Quemado de Asunción, hasta donde fue trasladado desde la capital de Ñeembucú.

“Esta mañana (por el domingo) despertó y pidió agua o jugo. Estoy muy agradecida a todos los que están apoyándonos y rezan por la salud de Quelmin”, declaró dona Mirtha Ozuna, esposa del accidentado, a Crónica. Upéi comentó que “es un milagro que se haya despertado, porque no es poca cosa lo que le pasó… ¡un rayo ho’ami hese! cuando volvía a casa”.

Esto pasó el miércoles temprano, recuerda la pareja, quien he’i que “salió a eso de las cinco y media de casa para hacer un trabajo, pero de ida empezó a caer la tormenta y regresó de nuevo”.

Don Quelmin tenía su herramienta de trabajo sobre sus rodillas cuando ho’a hese el rayo. “Detrás de él venía su primo en otra moto también y salió volando por los aires, pero a él no le afectó directamente. Mi marido sufrió quemaduras en la cabeza, las orejas, el cuello y la espalda.

Además, su cabello se quemó también, iñakãre ho’a.

Lo trasladaron hasta la capital

Su primo le auxilió como pudo y lo llevaron hasta el Hospital Distrital de la ciudad de Pilar, inconsciente y en grave estado a consecuencia de la descarga eléctrica que recibió en su cuerpo.

“Le llevaron al hospital de Pilar, donde le atendieron. Les doy gracias a los médicos de allí a cargo del doctor Víctor Gómez, porque lograron estabilizarlo… prácticamente le salvaron la vida y de allí se le trajo de urgencia hasta el Hospital del Quemado debido a la gravedad de sus quemaduras”.

Los doctores no le daban mucha esperanza a la esposa del quemado, porque no se sabía todavía a ciencia cierta los daños que produjo la electricidad dentro de su cuerpo.

El milagro ocurrió nomás en la UTI y se despertó ya antes

Los médicos del hospital le dijeron a doña Mirtha que se tenía que esperar 48 horas para ver cómo reaccionaba su marido.

“Estoy muy feliz porque se está recuperando ya mi marido, porque otra cosaite me habían dicho los médicos, porque no se sabía los daños que le pudo haber producido esa enorme descarga de electricidad en su cabeza”.

La kuñakarai agradeció a todas las personas que le dieron apoyo moral, “estoy muy agradecida con todas esas personas que me llaman, que nos están apoyando con sus oraciones, algunos también colaboraron económicamente con nosotros, estoy infinitamente agradecida con todos ellos”.

MÁS DATOS

SU FAMILIA

La familia de don Quelmin está compuesto por su pareja y dos hijos menores, una nena de 5 y un mitã’i de 9 años, quienes quedaron a cargo de la abuela materna en la Villa Policial de Pilar.

UN MILAGRO

Son muy pocas personas quienes pudieron salir vivas de semejante descarga atmosférica.

Nuestro país es uno de los lugares del planeta en donde más rayos caen durante una tomenta vai ndaje.