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Christian Andersen: “A los 32 años ya no quise jugar”

Christian Andersen: “A los 32 años ya no quise jugar”

El exdelantero de Luqueño habló con Crónica sobre sus años en el fútbol de campo, en el fútbol de salón y su gran pasión por la pesca

  • Por Óscar Patiño 

Christian Fernando Andersen Oviedo (36 años) fue uno de los mejores delanteros que tuvo el fútbol paraguayo hasta no hace mucho tiempo, el hoy exfutbolista y apasionado por la pesca brilló en clubes como Sportivo Luqueño, 12 de Octubre de Itauguá, Deportivo Capiatá, Cerro de Presidente Franco, 3 de Febrero de Ciudad del Este, Alianza Lima y Real Garcilaso, estos dos últimos de Perú. Pero muy por el contrario a lo que le sucede con frecuencia a la mayoría de los jugadores (quieren jugar hasta los 40 años o más), Christian colgó los botines a los 32 años. Crónica habló con él sobre su paso por el fútbol de campo, sus años en el fútbol de salón, su amor por la pesca y cómo ve desde afuera el desarrollo del fútbol en nuestro país. “En el 2017 ascendí al Primera División con el 3 de Febrero de Ciudad del Este y después de esa campaña dejé el fútbol profesional, tenia 32 años y aunque todavía era joven ya no quería jugar”, confesó el exatacante que nació un 3 de junio de 1984 en Presidente Franco (Alto Paraná). Después añadió, “tal vez el hecho de que salí muy temprano de mi casa influyó, a los 15 años dejé mi casa para probar suerte en el fútbol y la verdad llegué muy rápido. Con 15 años ‘Toti’ Medina me llevó al Sportivo Luqueño, a la Sub 22 de Luqueño; dos años después, con 17, Óscar Paulín me alzó al plantel de Primera División. Poco tiempo después él dejó el club y fue Carlos Jara Saguier el que me hizo debutar en Primera, recuerdo muy bien”, afirmó.

En la tapa del diario Líbero.

“Jugar en Luque fue especial, tiene una gran hinchada”, he’i

Christian no nació en la inferiores de Luqueño; es más, ni siquiera era de la ciudad, sin embargo le tiene un gran cariño a la institución donde debutó en Primera División y club que fue su casa por varios años. “Jugar en el Sportivo Luqueño fue muy especial, tiene una gran hinchada, exigente como pocos, pero que si ve que te esforzás, que te matás en la cancha siempre te va apoyar. A mí me trataron bien”, acotó. En su corta carrera también se dio el gusto de vestir la casaca de Cerro de Franco.

En su faceta de atleta de fútbol de salón.

Vivir en Lima fue un “sueño” hecho realidad

Muchos señalan que Lima, la capital de Perú, es una de las ciudades más lindas del mundo, pero al mismo tiempo una de las más caras, algo que Andersen lo pudo comprobar. “Yo jugué un año en Alianza Lima de Perú, el equipo más grande de allá, y la verdad me fue muy bien. Me sentí muy bien, la ciudad de Lima es hermosa, vivir allí fue un sueño, pero al mismo tiempo es muy cara. Con mi esposa siempre nos acordamos del tiempo que vivimos en Lima”, he’i.

Junto a su familia.

Asegura que siempre cuidó todo lo que pudo “facturar”

El exdelantero solo estuvo en dos clubes grandes, Luqueño y A lia n za Lima; sin embargo, no tuvo problemas en responder cómo le f ue en el aspecto económico. “Pese a que me retiré muy joven siempre ciudé la plata que gané. En Perú por ejemplo yo ganaba muy bien, pero no era fácil manejarte allí porque todo es más caro en la capital, todo, aun así junté mi plata”, contó. Actualmente es el DT de Nacional de 1.º de Marzo (departamento de Coordillera).

“Hay muchos pechos fríos”

Sin pelos en la lengua lanzó la respuesta al ser consultado sobre su percepción de lo que hoy es el fútbol paraguayo. “Cuando yo jugaba nadie quería perder ni en la práctica, ahora veo que hay muchos jugadores pechos fríos que les da igual perder que ganar. Nosotros hasta nos agarrábamos a trompadas en el vestuario si era necesario”, contó.

Ganó tres títulos en futsal con Kyrios de Presidente Franco

La segunda pasión de Andersen es el fútbol de salón, tal es así que tiene tres títulos ganados con Kyrios Sports, equipo de la ciudad de Presidente Franco. “Siempre me gustó el fútbol de salón, tengo tres campeonatos ganados con Kyrios, en el 2016, 2018 y 2019. El año pasado me lesioné mal, me rompí los ligamentos cruzados jugando fútbol de salón, por eso dejé”, confesó. Los dueños de la marca de prendas deportivas Kyrios son sus amigos, por eso jugó tres temporadas allí.

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