Enterate de la historia de este aborigen incondicional. Su amor por el club, las camisetas que colecciona y el sueño de conseguir un atuendo especial

• Por Juan V. Duarte
• @Juanceo71

El amor hacia el club del cual uno es hincha se puede expresar de mil maneras, porque el fútbol es pasión. Y para Marcelo Paniagua, ser fanático de Guaraní es como una religión. Tanto, que hace poco tuvo una revelación al momento de saber el sexo del hijo que espera con su esposa Lilian Benítez. Crónica se hizo eco de una publicación de este seguidor incondicional del “Indio” para saber de qué se trata esta historia.

“Soy, como se dice, un hincha enfermo de Guaraní, con eso te digo todo. Mi fanatismo viene de papá, que desde muy chico me llevaba a la cancha para ver los partidos de mi club. Desde que tengo uso de razón, allá por el 2004 (cuando tenía 10 años) me iba a verle jugar a Guaraní”, contó de entrada.

Pero lo que llamó la atención fue una publicación en redes sociales de su esposa, en las que mencionaba que su hijo llevará los nombres de dos de los peloteros referentes actuales del plantel: Fernando Fernández y Raúl Bobadilla.

“Llegamos a un acuerdo con mi esposa, que si era nena ella le pondría el nombre y que si es varón el asunto quedaba a mi cargo. Bueno, como ya sabemos que será nene, yo le apliqué el nombre de mis ídolos. Mi hijo llevará el nombre de Fernando Raúl. Fernando porque el “Queso” es mi ídolo desde que está en el club prácticamente y Raúl por el “Tanque”, por lo que está haciendo esta temporada, eso ya está decidido”, subrayó.

Tiene más de 60 camisetas que colecciona, pero espera dos más

Ningún fanático que se precie de tal deja de coleccionar el atuendo clásico de su equipo: sus camisetas. Y Marcelo no es la excepción.

“Te cuento cuál es mi temática. Me propuse juntar todas las camisetas que usó el equipo desde el 2004, año en que comencé a irme a las canchas. Por ejemplo, si en una temporada utilizó 4 casacas, trato de conseguir las cuatro. Así fui sumando varias durante estos años, ahora ya estoy por arriba de las 65 camisetas”, contó orgulloso. ¿Y de algún jugador que te haya regalado la suya?, le preguntamos.

“Sí, estoy muy agradecido con Alfredo Aguilar, Juan Aguilar y Miguel Paniagua, tengo las suyas, que están bien guardadas bajo llave, jaja”. Aunque su sueño mayor es el de conseguir la casaca de “Fer-Fer”: “Eso sería una locura para mí. Si es la dorada de aniversario mejor y la camiseta negra del “Tanque”, remarcó.

“SOY COMO SE DICE, UN HINCHA ENFERMO DE GUARANÍ, CON ESO TE DIGO TODO. MI FANATISMO VIENE DE PAPÁ, QUE DESDE MUY CHICO ME LLEVABA A LA CANCHA PARA VER LOS PARTIDOS DE MI CLUB”

MARCELO PANIAGUA

HINCHA DE GUARANÍ

“Secuestró” a su sobrino para asociarlo al “Indio”

Una anécdota marca lo “enfermo” que es Marcelo por el Aborigen. “Yo tengo un sobrino que ahora tiene dos años, hijo de mi hermana, pero cuando era más chico literalmente le secuestré y al toque le llevé al club para asociarle. Lo que pasa es que mi hermana es fanática de Olimpia y antes de que decida asociarle ahí me adelanté y lo llevé a la sede de Guaraní. Ojalá que cuando vaya creciendo se fortalezca su fanatismo por el club”, reveló sin pestañear Marcelo.

El día que revelaron el sexo de su futuro hijo

Lilian comentó cómo se enteraron del sexo de su hijo. “Siempre se hace con motivos celeste y rosado, pero esta vez se hizo con los colores negro y amarillo. Mi cuñada ya sabía de antemano porque ella me acompañó a la ecografía y llevó una bengala. Se la dio a mi marido y cuando la prendió, salió humo negro, lo que indicaba que era varón. Fue toda una sorpresa para todos, incluso para la familia, que ese día también se enteró de todo”, añadió la futura mamá.

Su esposa Lilian no le cambia al Ciclón cuando se enfrentan

Lo que Marcelo hasta ahora no pudo es hacer “cambiar” a su esposa Lilian Benítez, que es fana del Ciclón.

“Cuando juegan Guaraní y Cerro, yo hincho por Cerro siempre, no hay caso, el corazoncito manda siempre, ahí ya cambia, porque siempre iba con mi papá a la cancha. Pero ahora me voy más a los partidos de Guaraní por mi marido, es demasiado rompebola, porque un día antes  de que juegue ya está hablando de eso, incluso en el día del partido, él trabaja solo hasta las 2 de la tarde, porque se tiene que preparar para eso”, contó Lilian.

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