Malala Olitte desafió a sus miedos a las alturas este fin de semana, en la cordillera del Ybytyruzú. Contó que pasó genial con sus hijos. Pero, ya en la ciudad, pasó algo que le indignó

La conductora de Tropicalia FM y el Trece, Malala Olitte, viajó el fin de semana a la cordillera del Ybytyryzú, específicamente al Salto Suizo para compartir una aventura diferente con sus hijos. “Lo disfruté, y no me arrepiento de haber dejado de ir a la peluquería, para hacer estas locuras con ellos”, dijo Malala resumiendo su paso por el Salto. “La vida es esta y debemos agradecer y disfrutar al máximo mientras estemos vivos”, comentó.

Pero su fin de semana de aventura no pudo ser perfecto, porque en la ciudad, que queda a unos kilómetros del lugar donde estuvieron viviendo unas horas de pura adrenalina, les aguaron la fiesta. “Hasta las 12:30 estuvimos haciendo aventura, fuimos a la ciudad para comer ya que moríamos de hambre”, contó y dijo que llegó a un restaurante donde les dijeron que no podían entrar. “Nos dicen que no podíamos pasar, ya que era con reserva. Dijimos que veníamos de lejos, que tenemos criaturas. A lo que nos respondieron que no, que era imposible. Volvimos a insistir porque los niños tenían hambre. Preguntamos si podíamos llevar, inclusive, a lo que seguían respondiendo que no”, comentó la conductora.

“Al subir a la camioneta viene corriendo la mujer que nos negó rotundamente y nos dice… ¡Les hace decir la señora que pueden ingresar, ya que está con ustedes su ídola”, comentó. Ella, antes que sentirse halagada sintió más rabia. “Juro que nunca me sentí tan mal como en ese momento, le miro a mi hijo pequeño y al amiguito. Si bien tenían una cara de felicidad, yo me negué a bajar. Muy enojada y pichada le dije a mi amigo que acelere, ni siquiera agradezcamos, vamos”, contó. “Y salimos de ahí… No sé si hice bien, pero eso no se hace. Esa diferencia, y más con niños de por medio… ¡No!”, dijo indignada.