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Inocencio, el preso que prepara los panes más ricos de Tacumbú

Inocencio, el preso que prepara los panes más ricos de Tacumbú

Inocencio (49) cayó preso en diciembre del 2010. La condena que cumple es de 16 años (todavía le quedan 6) por un hecho que desde el Ministerio de Justicia prefieren omitir. Oriundo de Pilar, relató que el encierro no fue tan malo para él, debido a que gracias a que hoy está ahí, pudo conocer su don en la panadería y rescatar ciertos valores que tenía perdidos. Tan capo es en esto que ahora ya es encargado.

Ingresó para aprender el oficio en el 2011, primero estuvo como ayudante y tras muchos años de “pagar derecho de piso” como normalmente se dice, logró ganarse el puesto que hoy tiene. Antes de entrar a la penitenciaría de Tacumbú, se dedicaba a vender ropas y pescados. Realizaba ida y vuelta entre Ayolas y Asunción, donde proveía de sus productos a otros comerciantes del Mercado 4.

El karai relata que nació en Pilar y desde los 13 años se dedica a trabajar para conseguir el pucherito diario. Tenía 9 hermanos y por ese motivo sus padres ya no pudieron hacerle terminar la primaria escolar. “Inocencio cocina como los reyes, cuando probamos su comida no paramos de comer”, contó uno de los 11 asistentes que tiene en la panadería de la penitenciaría.

(FOTO MINISTERIO DE JUSTICIA)

Todavía no canta el gallo cuando ya los “soldaditos” de la panadería empiezan a trabajar. Listo y vestido como lo manda el mundo de la panadería, Inocencio se prepara y empieza a chequear que los equipos de cocina estén en óptimas condiciones para empezar un día más de labor.

MILES DE UNIDADES

Al día los capos de la panaderían ya tienen listo más de 30.000 unidades de galletas de miga esponjosa, el producto estrella que enloquece al rollo, una parte de la masa madre se convierte en galletón y pan flauta con anís. Otra tanda se cuece lo justo para dorar 2.000 unidades de bollo, tortas bizcochuelo y 2.000 deliciosas porciones de sopa paraguaya.

Todo Tacumbú reconoce a Inocencio y lo llaman incluso “vecino” por ser tan formidable y buena onda con los muchachos.“La comida nos provee Dios y yo cocino para servir a los demás. Estoy tratando de ser correcto. Confío en mí, no quiero fallar”, comentó el karai.

(MINISTERIO DE JUSTICIA)
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