“Antes le invitábamos a todos a que vengan y hoy les pedimos que no vengan. Es algo fuerte”, dijo el religioso, quien ordenó suspender la peregrinación.

La nostalgia ocupa sus ojos saltones. Sus gestos denuncian una nerviosa tranquilidad. Su sonrisa es tenue, casi imperceptible. Si, él también está triste. Y en esta nota para Crónica abre su corazón y confiesa: “Fue la decisión más difícil de mi vida, pero sabemos que fue la correcta”. El que habla es el Monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé.

El pa’i hace mención a la suspensión de la peregrinación para la festividad de la virgencita. “Esto es una determinación contra corriente. Antes le invitábamos a todos a que vengan y hoy les pedimos que no vengan. Es algo fuerte”, dijo invadido por una mezcla de melancolía y pesar. “Sabemos que es lo mejor para todos. Yo consulté con vendedores de la zona y escuchaba sus consejos, ellos comprendieron. Además, vimos que ya se iba llenando el cupo para la peregrinación, familias enteras venían a inscribirse, la gente adulta, abuelitos nos decían que nadie les va atajar para venir a verle a la Virgen, fue ahí que nos dimos cuenta que no vamos a poder cumplir bien con nuestro protocolo y decidimos cerrar las puertas”, confesó.

El Monseñor Valenzuela comparó lo que sucede con algo que vivió la Virgen María.

“En primer lugar la Virgen María entiende lo que esto significa. Cuando le tuvo recién a Jesús, recibió una amenaza de muerte por parte de Herodes. Allí tuvo que ir exiliada a otro país y cuando murió Herodes recién volvió. Eso es algo similar a lo que pasa ahora, cuando se vaya la pandemia, volveremos todos.”, dijo esperanzado.

“Que no se preocupe la gente, la Madre comprende muy bien”

“Que no se preocupe la gente, la Madre comprende muy bien. A la hora de cumplir una promesa no es tan importante el día ni la hora, sino más bien la predisposición, el buen corazón y hacerlo con amor. Se pueden retrasar o cumplir en otro momento la promesa, la virgen no se va a enojar por eso”, dijo el monseñor Valenzuela.

“Ahora que no tenemos fases, la gente quiere salir, observamos que iba a ser difícil cumplir porque la gente quiere venir a ver a la Virgen, va ser difícil atajarle. Es por eso que la decisión que tomamos creemos y sabemos que es la correcta por el bien de todos”, añadió.

Como para asegurar el tema, calculan una cuarentena total

La peregrinación virtual dejó a muchos fieles no tan contentos. Pero otros si comprendieron la situación. Lo cierto es que ya es todo un hecho. Incluso, a lo ya determinado, se le suma que el Ministerio de Salud no descarta recomendar al Poder Ejecutivo que se establezca una cuarentena total en Caacupé los días 7 y 8 de diciembre para evitar si o si que lo feligreses vayan a la explanada de la basílica.

“En ese sentido, vamos a elaborar un proyecto de decreto. Es algo que podríamos sugerir al Presidente en concreto”, dijo el ministro de Salud, Julio Mazzoleni. El decreto solo afectaría a Caacupé y no así a las demás ciudades, según explicó. Por de pronto la explanada de la Basílica está pintado parte por parte donde deben colocarse las personas y así evitar el jo’ari pa.

LA QUINTA

Sería la quinta vez que se suspende la peregrinación Mariana. La primera fue por la peste bubónica (1899), la segunda por el Centenario de la Independencia (1911), la tercera por la pandemia de la gripe española (1918) y la cuarta por la revolución de 1922.

TRANSMISIÓN

“La gente va a poder seguir la transmisión a través de las redes. Insistimos a todos los medios que transmitan la festividad. Pedimos que cada familia viva su Caacupé en su casa”, dijo Valenzuela.

AYUDA

El ministro de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), Joaquín Roa, indicó que trabajan en analizar cómo asistirán a los comerciantes de Caacupé. Realizarían una transferencia monetaria a los 1.300 vendedores censados.