ÚLTIMO DESEO. Su esposa contó que deseaba dejar el mundo en paz, sin sufrimiento. Ella cree que lo cumplió

E l fin de semana pasado fallecía el actor Sean Conner y, recordado por varias películas exitosas que hizo.

Fue el primer James Bond. Tenía 90 años. Su familia comunicaba el sábado 31 de octubre que había muerto en su casa de las islas Bahamas, rodeado de sus seres queridos. Micheline Roquebrune, esposa del actor, comentó a un periódico algunos detalles sobre la muerte del escocés en las últimas horas.

“Al menos murió mientras dormía y fue tranquilo”, dijo. “Padecía demencia y esto tuvo verdaderamente efectos negativos sobre él”, reveló. “Era magnífico y tuvimos una vida maravillosa juntos”, dijo Roquebrune.

“Va a ser muy difícil sin él, lo sé. Pero esto no podía durar eternamente y se fue en paz”, añadió. Reveló que en esta última etapa de su vida él ya no recordaba nada, que sufría una demencia senil. Llevaba ya años viviendo en su paraíso terrenal, una mansión asentada en una hectárea de terreno en las Bahamas. Pasó allí estos últimos tiempos jugando al golf y pasando sus días junto a su esposa, la pintora franco-marroquí Micheline Roquebrune.

Por eso fue precisamente ella quien, horas después del fallecimiento, reveló que Connery había perdido la memoria y que ya no sabía quién era. La artista dijo que se fue como alguna vez él pidió o deseó. Quería no sentir ningún sufrimiento para partir y al sufrir la demencia, estos últimos tiempos ya perdió la noción de lo que ocurría con él y a su alrededor.