Amor en tiempos de pandemia. La historia de Aníbal Quintana y Wilma Benítez resume esta frase, quienes más allá de todos los obstáculos que la vida les fue poniendo a lo largo del camino encontraron en un simple cruce de miradas la fortaleza para que el poder de un abrazo les permita seguir avanzando.

Ambos decidieron unir sus vidas en matrimonio en el Instituto Nacional del Cáncer (Incan), donde Wilma sigue un tratamiento en la lucha contra este mal desde hace dos años.

La ceremonia fue muy emotiva e hizo llorar al rollo, por el amor que ambos irradiaban a través de sus ojos.

“Nos amamos mucho. Hace 16 años que estamos juntos y creímos que este era el momento oportuno para pedirle matrimonio. Ella aceptó y nos casamos”, contó Aníbal, al que no le alcanzaban las lágrimas para describir la enorme felicidad que sentía en ese momento.

“Con esto quise demostrarle que estaré con ella en las buenas y más aún en las malas: nos casamos delante de Dios y este jueves haremos el civil también en el albergue del Incan”, finalizó.