Herminio y sus padres aseguran que siempre baten récords cuando logran sacar enormes mandiocas y batatas.

No tienen grandes extensiones de tierra, pero desde donde están y con lo que tienen ya se sienten en la “tierra prometida”. Para ellos, su terreno tiene una gran bendición del barbudo porque todo lo que cae sobre ello brota lleno de éxito.

Herminio Benítez (25), junto con su madre y su padre, todos los días y desde muy tempranas horas se levantan para acariciar la tierra en donde siembran las esperanzas de encontrar un futuro mejor.

Con orgullo, cuenta a Crónica que esa parcela no es igual a las demás, porque ellos con mucho trabajo y cariño la convierten en la mejor para que todo lo que planten salga no solo para dar de comer, sino también para sorprender.

El propio agricultor lo confirmó y, según contó, siempre rompen marcas con los tamaños de sus productos, lo que ya les posicionó como los elegidos de la ciudad de Encarnación.

“Nuestros productos siempre son de alto nivel. La vez pasada sacamos una batata de cinco kilos, después una mandioca de 26 kilos. Ahora ya batimos récord, una sola planta de mandioca pesó ¡46 kilos! Hasta yo me asusté”, confesó.

Herminio explicó que sus padres trabajaron siempre en las plantaciones y que sus años en el rubro los llevaron a convertirse en los mejores, por lo que siempre son bendecidos con la gran cosecha. “Nadie nunca sacó plantas así como nosotros. Cuidamos mucho siempre de nuestra tierra y ese es el único secreto”, he’i voi el capo.

Comentó que tanto su madre como su padre están más que contentos con la mandioca gigante que sacaron esta vez.

SIEMPRE AGRICULTOR

Herminio aseguró que piensa gracias a la tierra y a la producción pudo terminar sus estudios, pero decidió quedarse al lado de sus padres para seguir en el trabajo de sus sueños, la agricultura.

Hacen yerba a lo natural he’i

Herminio contó que no solo se dedican a la producción de mandiocas y batatas. El joven explicó que también están con la realización de la yerba orgánica, la cual venden a sus vecinos a un precio mucho más accesible que la procesada. “La gente nos dice que es muy rica nuestra yerba, hasta ahora nadie se quejó. Llevamos en paquetes de un kilo y les vendemos a nuestros vecinos y amigos. Tenemos también producción de almidón”, dijo Herminio. Indicó que siempre que tienen una producción récord primero le sacan foto y después procesan para vender como almidón en el caso de la mandioca. Añadió que aprendió a labrar la tierra gracias a las enseñanzas que sus padres le dieron. Hoy gozan del privilegio de muchos clientes.

Quieren ser avei populares como la playa ndajeko

Herminio y sus padres viven en la zona de San Miguel de la ciudad de Encarnación y dicen que lo único que quieren es que la gente también les tenga en cuenta porque por ahí no todo es la playa. “Acá nosotros tenemos una zona rural muy rica, hay mucha plantación de verduras, de todo realmente, y eso nadie sabe. Nosotros abastecemos a la ciudad”, le bajó el capo. Contó que su trabajo es poco valorado y en muchos casos hasta los que están en la playa dependen de ellos ndaje.