Doña Celsa asegura que la santa patrona le tiró una señal en medio de toda la situación por el covid-19

Abrió sus ojos y un nuevo día la sorprendió con una extraña sensación.

Las ganas de rezar no la abandonaban y sentía una presión única en el pecho que generaba una gran atracción hacia el lugar en donde reposa su compañera de vida, su madre santa, su Virgen de los Milagros de Caacupé.

“Todos los días le rezo a la Virgen. Me desperté, me preparé y me empecé a ver la misa por la tele. Cuando me decidí ir a prenderle una vela, ahí me di cuenta que tenía algo en los ojos, me asusté muchísimo”, relata doña Celsa Martínez, una devota de la Virgencita Azul en el barrio Inmaculada Concepción de la ciudad de San Pedro del Ycuamandyyú.

La imagen de su Virgen estaba resplandeciente como siempre, pero en sus ojos se notaba ya un extraño material que, según ña Celsa, podría ser sangre. “No sé qué puede significar. ¿La Virgen se enojó porque su casa está vacía por primera vez en tantos años?

Eso es lo que yo me pregunto. Y va a estar así hasta en su día.

Es una señal que nos está tirando”, expresó la mujer.

Doña Celsa contó que siempre fue fiel a la “mamá guasu” de Paraguay y agregó que lo heredó de sus madres.

“Me asustó mucho todo esto que pasó, yo busqué por todas partes si se le cayó algo pero no encontré nada. Dios y su mamá nos quieren decir algo”, señaló ña Celsa, quien se encuentra aún muy impactada por lo que lo tocó vivir.

Virus entró al país porque “no hacemos lo que Dios quiere”

Su recorrido por la vida le enseñó que el único remedio para cualquier enfermedad es la oración. Doña Celsa tiene 63 años y asegura que todos los días dedica un rosario a la Virgen para que todo lo malo que estamos viviendo hoy en día termine pronto.

“Es muy doloroso todo lo que estamos viviendo. Este bicho feo y peligroso que entró en nuestro país es porque nosotros ya no hacemos las cosas como Dios quiere”, explicó. Con su voz quebrada al recordar las malas noticias que se ven todos los días y la terrible situación que se viven en los hospitales, ña Celsa dijo que todos tenemos que rezar más.

“Solo eso nos va a sacar todo lo malo que tenemos, hay que rezarles todos los días a Dios y a su madre”, dijo.

“Siempre es el refugio cuando estamos mal en la salud”, he’i

El maldito virus también afectó a muchos pobladores de la zona de San Pedro. Ña Celsa dijo que vive cerca del hospital y que por eso intensificaba sus rezos para que nadie pierda esa dura batalla.

“Yo le recé a la Virgen por muchas personas que se enfermaron, por mis familiares. Ella siempre es el refugio cuando estamos mal en la salud. Por eso siempre digo que ella es un milagro, gracias a ella muchos se pudieron sanar”, dijo también.

Doña Celsa contó que superaron la peor etapa del virus gracias a la fe de todos los lugareños que no soltaron el rosario en ningún momento. “En Asunción lo que fue más fuerte. La gente de ahora ya no cree en nada, por eso pasa todo esto”, he’i ña Celsa.

MÁS DATOS

QUIERE VERLE

Doña Celsa dijo que desde hace unos cuantos años ya no se va a visitar a la Virgen en su casa por culpa de su enfermedad. “Quiero irme otra vez, por eso siempre le pido que me cure también”, he’i.

MIEDO EN LA GENTE

Tras el milagroso hecho, muchos pobladores fueron a la casa de doña Celsa para ver a la Virgen que llora sangre. “Todos vinieron a verle a mi Virgen, la gente está teniendo miedo por esta señal”, dijo.