María Muñoz y Agustina De los Santos eran muy amigas y fueron víctimas de un terrible accidente por culpa de un borracho al volante.

“Eran inseparables. Entraron al cuartel juntas y desde ese día se volvieron muy amigas. Incluso decidieron hacer guardia juntas”, dice con la voz entrecortada y en medio de lágrimas la capitana de los bomberos voluntarios de Encarnación, Magalí Cabral, sobre sus compañeras de lucha, María Cristina Muñoz y Agustina de los Santos.

El infortunio las alcanzó en la madrugada de ayer en la zona de Capitán Miranda, departamento de Itapúa, cuando se dirigían a sus domicilios y perdieron la vida de una manera supertrágica en un accidente de tránsito ocasionado por un sujeto que manejaba alcoholizado.

Una gran tristeza encendió el cuartel ya que vieron partir a dos combatientes que daban todo por salvar vidas y realizaron un gran trabajo durante los últimos incendios forestales de la zona.

“Estamos muy afectados, no esperábamos esta mala noticia. María y Agustina eran como hermanas y partieron juntas”, expresó Cabral. La capitana contó que la ausencia de las compañeras se sentirá peor en las guardias porque eran las que se encargaban de hacer de esas interminables horas, momentos únicos con muchas risas y diversión.

“Como estaban en vida, así le velamos hoy en el cuartel, estaban juntas. Eran muy amigas y no podíamos dejar de despedirlas juntas. Después de darle el adiós acá partieron a sus domicilios”, relató la voluntaria.

2 AÑOS

La capitana del cuartel de amarillos aseguró que las voluntarias fallecidas cumplieron dos años de servicio y realizaron un gran trabajo durante todo este tiempo. “Ojalá termine ya el año porque fue demasiado fuerte para muchos”, le bajó.

ALCOHOL

“Una vez más estábamos hablando de alta velocidad y consumo de bebidas alcohólicas, todos los días estos casos están sonando y nos parte el alma que personas inocentes estén llevándose la peor parte de la inconsciencia de la gente”, afirmó la capitana.

Camioneta les arrastró varios metros, dijeron

Cómo lo hacían todos los días, Agustina acompañaba a María hasta su domicilio. Ellas iban en una moto que tras el accidente quedó totalmente descuartizada.

Según el informe policial, la camioneta, una Isuzu D-Max, al mando de José María G. P., las atropelló de atrás arrastrándolas varios metros para luego impactar por un pequeño negocio que estaba al costado de la avenida.

El hombre fue sometido a la prueba de alcontest que dio un resultado de 0.629 mg/L.

Fue un servicio lleno de lágrimas, contó

Según Cabral, los compañeros que estaban de guardia se llevaron la peor imagen de sus compañeras que no van a poder olvidar nunca.

Sus cuerpos sin vidas reposaban sobre el asfalto en medio de todos los plásticos rotos que espació el fuerte impacto que sufrieron.

“Ellos recibieron un llamado de servicio normal. Cuando llegaron al lugar le dieron el aviso de que las dos personas están ya sin signos vitales. Se acercaron para tapar uno de ellos y se percató de que era la compañera, fue un momento muy difícil para ellos” he’i.

Aseguró que fue un servicio lleno de lágrimas ya que perdieron a dos compañeras que valían oro para el cuartel.

El cuerpo de bomberos voluntarios pidió justicia para sus compañeras fallecidas en este terrible siniestro.

“La velocidad y el consumo de bebidas son el peor virus”, he’i

Sin lugar a dudas, la pandemia significó un gran respiro para los voluntarios en cuanto a los accidentes de tránsito que disminuyeron en ese tiempo.

Cabral relata que la inconsciencia una vez más empieza a notarse y que los que se llevan la peor parte en su mayoría son personas inocentes.

“Nuestras compañeras eran ciudadanas de bien, daban servicios, daban alegría y terminaron así por culpa de una persona que no pensó en eso. La alta velocidad y el consumo de bebidas alcohólicas son el peor virus que todos los días mata a las personas”, expresó.

Cabral pidió más responsabilidad a la hora de salir a las calles ya que al día muchas familias quedan con un enorme vacío por la pérdida de sus integrantes.