Ángel cuenta con orgullo que él no hace ninguna publicidad, formó la clientela por las recomendaciones

Su nombre no es casualidad. El que lo hayan llamado Ángel, para muchos que lo conocen, era un presagio del destino.

En medio de la desesperación que causó la pandemia, en esa frustración de no tener cómo llevarse alimento a la boca, y a pesar de los golpes que la vida le dio a él, al punto de dejarlo en la lona, supo resurgir cual ave Fénix y seguir haciendo el bien.

“Un paraguayo nunca se da por vencido” cuenta Ángel Campos, quien luego de haber sido estafado por su “socio”, con quien armó un restaurante en nuestro país gracias al sacrificio de 14 años de trabajo en España, siguió para adelante.

“Luego de la decepción que sufrí, volví a irme a España por dos años más.

Luego retorné y me dije a mí mismo que lo que me había pasado no me vencería. Allí empecé un proyecto llamado ‘Cómo salir adelante en Paraguay Trabajando honestamente’, y desde menos cero empecé a hacer las empanadas ‘Ña Poshó’, cuyo condimento especial es el amor. Estoy seguro que el amor se come, el amor tiene sabor”, cuenta.

De los productos que realiza, dijo que “son unas auténticas empanadas caseras. Las hago en la casa de mi mamá en pleno corazón de Barrio Obrero. No hago publicidad, solo tengo clientes gracias a la gente que probó y me recomienda. Ahora ya me hacen reservas y luego pasan a buscar sus empanadas bien calentitas, especialmente las de carne que se hacen con el so’o josopy (cecina machacada en mortero o angu’a). Mis empanadas ya las probaron gente de todo el país”, comentó orgulloso.

“El amor que le pongo a la elaboración y los productos de primera calidad hacen que la gente me recomiende una vez que probó las empanadas. Mi mentalidad es que todo lo que se hace se tiene que hacer bien hecho para que tenga éxito, no bajar la calidad del producto una vez que se tenga clientela”, he’i.

Una cena de Navidad hecha con cariño para carenciados

Pese a no tener dinero, Ángel pudo dar el pan de cada día a 500 personas de su zona durante la pandemia.

“Dios me proporcionó de todos los insumos para cocinar a la gente, mediante las donaciones de mis amigos. No recibo dinero, solo insumos para poder cocinar al prójimo”, cuenta.

“Ahora tengo pensado hacer una cena de Navidad para la gente que no tendrá nada para compartir el 24 e diciembre. La intención es hacer pollo con una salsa bien hecha, con una guarnición de arroz cocinada con mucho cariño. Si alguien quiere colaborar me puede acercar los productos a 12.ª

Proyectada 363 casi Caballero. Aclaro que no acepto dinero en efectivo, solo insumos”, he’i.

Aquellas personas que necesiten una cena de Navidad se pueden anotar al (0981) 66 47 72.

DATO

SECRETO

El ingrediente secreto de las empanadas es que se hacen con mucho amor y los mejores productos, según cuenta el chef. La que más se vende ndaje es la de so’o josopy.