El joven voluntario no quiso dejar de buscar a la víctima, pese a estar lesionado en ambas piernas

“El ejemplo de valentía de mi familia es la razón por la que hace 11 años soy bombero voluntario”, cuenta Héctor Valdez, de la compañía de bomberos de Villa Elisa. “Siempre estamos listos para servir; rescates, incendios, accidentes, somos siempre los primeros en llegar”, he’i.

Para los bomberos, la mezcla de emociones, temores y la adrenalina al enfrentar cada situación es la constante, ya que los finales felices no se dan siempre. Héctor viene de una familia de bomberos voluntarios y días pasados, durante un servicio, sufrió un accidente que lo va dejar en cama por al menos dos meses. El y su equipo se encontraban en la búsqueda del joven motociclista que luego fue hallado ahogado.

“Estábamos en la última parte de la verificación, buscando en un arroyo a un joven que había sido arrastrado por el raudal y cuando me dispongo a hacer la revisión final me resbale, y caigo parado desde unos tres metros sobre algunas piedras, ya que tenía una soga guía que me protegía, debido a eso me fracture ambos tobillos, como el arroyo era profundo estando en el agua no sentí tanto el dolor, por lo que seguí con la búsqueda”, comentó.

“Pero cuando me dispuse a salir, me di cuenta que mis piernas no tenían fuerzas, entonces solicité ayuda a dos compañeros. Pero como no pude salir por la profundidad del lugar, tuve que ir nadando aguas abajo, para poder ser rescatado. Siempre estamos conscientes de los riegos que corremos, lo que hacemos es tratar de minimizar el peligro”, he’i.

“No quisimos dejar la búsqueda por los familiares de la persona desaparecida, me tocó muy profundo lo que me dijo la hermana. Ellos ya habían perdido las esperanzas de encontrar con vida a su familiar, pero por lo menos le querían dar cristiana sepultura, por eso pusimos todo de nuestra parte para encontrar al muchacho”, dijo.

Pese al dolor, siguió la búsqueda

Apenas había sido rescatado por sus compañeros, ellos recibieron una llamada comunicando que el cuerpo de un joven había sido encontrado a unos kilómetros de donde ellos buscaban. Héctor subió a su vehículo junto con otra compañera y llegaron hasta la zona del hallazgo. “Cuando se confirmó que era quien buscábamos, recién allí fui a mandar revisar mis piernas, ya que el dolor era insoportable”, recordó.