Doña Juana fue víctima de abigeos que se llevaron su animal. Pero gracias a la solidaridad de sus compueblanos, lo recuperó todo.

Las esperanzas desaparecieron para la señora Graciela Leiva (49) y su madre, doña Juana, después del terrible suceso que les tocó vivir. Y es que en la noche del domingo, dueños de lo ajeno se encargaron de causarle el perjuicio más grande de su vida.

Su caballo, compañero de trabajo y amigo de la vida, fue robado y asesinado en esa noche cuando toda la familia descansaba en el barrio San Blas de la ciudad de Caaguazú.

Pero después de solo unas horas, toda esa tristeza se convirtió en una gran felicidad ya que por medio de la solidaridad le devolvieron a esta humilde señora otro caballo con el que va a poder laburar.

“Yo ya no tenía esperanzas, ustedes me devolvieron todo eso. Les agradezco demasiado por todo lo que hicieron por mí. Dios les está viendo y le pido que les cuide por todo lo que hacen”, dijo en medio de lágrimas doña Juana a todo el grupo de personas que hizo posible que la abuelita vuelva a tener otro caballo. Y es que por medio del programa, El País, una radio local, realizaron una campaña de donación para la doña con el que lograron juntar la platita para comprar otro caballo para esta abuelita, quien quedó sorprendida por la feroz sorpresa que le dieron.

“Ahora ya voy a poder trabajar otra vez, vamos a poder mantenernos, estoy demasiado feliz por todo eso”, repetía sin cesar la mujer mediante un video en vivo que inclusive pasaron por el Facebook.

VÍVERES A FULL

El grupo solidario no solo llegó hasta la casa de ña Juana con el caballo sino también con un sinfín de víveres con el que la familia se podrá mantener hasta restablecerse en su actividad laboral ndajeko.

CON CENA

Asimismo, la doña recibió un feroz pedazo de carne para que pueda tener una Nochebuena en familia y sin comida que les falte. “Yo no pensé que iba a tener todo esto ahora, estoy muy feliz”, dijo.

Compañero de ña Juana terminó colgado de un árbol y ¡mutilado!

Doña Graciela contó que escuchó ruidos por la noche y ladridos del perro, y más en horas de la madrugada.

Lo que no esperaba es que todos esos ruidos que no la dejaban dormir eran de alerta ya que su amigo de batalla estaba por ir a su terrorífico destino.

Pero cuando el sol salió por completo, tanto doña Graciela como su madre, ña Juana, se percataron de lo peor. La desesperación empezó en ese momento y emprendieron una gran búsqueda que terminó en la peor de las imágenes que pudieron ver en toda su vida. Su amigo de años estaba muerto, mutilado y colgado de un árbol a unos 1.000 metros de la vivienda de la familia.

“Con la pérdida del caballo ya perdíamos todo”, he’imi doña

Según comentaron desde la radio, muchas fueron las personas que se comunicaron para dar su ayuda a ña Juana y a toda su familia.

Gracias a eso ya pudieron juntar todo el dinero necesario para conseguir otro caballo que devuelva las esperanzas y la alegría a esta familia. “Nosotros ya pensamos que no íbamos a tener Navidad. Con la pérdida del caballo ya perdíamos todo lo que teníamos, no íbamos a poder trabajar”, detalló.

Explicó que no tiene forma de agradecer a las personas que la ayudaron y que solo le resta rezar por ellos para que avei pasen una excelente Navidad. “Yo nunca me voy a olvidar de todo esto”, le bajó el capo de la radio.