El exjugador de Olimpia, Tacuary, San Lorenzo, Tecos de México y otros clubes habló con Crónica e hizo un repaso de su carrera como futbolista y técnico

• Por Óscar Patiño Riveros

Carlos Rallo Urizar nació en Asunción el 21 de mayo de 1973, hizo todas las inferiores en Olimpia, estuvo hasta la Sub 17 en el Decano y al ver que tenía pocas posibilidades de jugar se fue a Guaraní. De allí se tuvo que ir al General Caballero de Coronel Bogado para ganar minutos, hasta que finalmente encontró su lugar en el mundo, Tacuary.

En el equipo de barrio Jara fue titular indiscutible, marcó varios goles y llegaron al objetivo, fueron campeones y lograron el ascenso a la División Intermedia. Tras su gran año en Tacuary, fichó por Sportivo San Lorenzo y de la Ciudad Universitaria dio el gran salto al fútbol de México. Fue contratado por Tecos, el breve tiempo que estuvo le fue muy bien, disputó 11 partidos, anotó varios goles y cuando parecía que se le abrirían varias puertas de clubes más grandes en el fútbol azteca comenzó a tener problemas físicos y tuvo que volver a Paraguay.

“Tuve puvalgia de tercer grado y estuve parado durante cinco meses, fue muy difícil el proceso de recuperación”, afirmó. Una vez recuperado el club que le abrió las puertas fue Independiente de Campo Grande, institución al que le tiene mucho cariño. Después regresó a Tacuary y en el año 2010, con 36 años, colgó los botines vistiendo la casaca de Atlántida. Este es el resumen del “capítulo jugador” de Carlos. Hoy día toda la experiencia adquirida como atleta lo vuelca en el campo de juego, ya en su otra faceta, la de técnico.

En charla con Crónica, el exgoleador admitió que el 2020 fue un año difícil, no pudo trabajar a nivel de clubes a causa de la pandemia, pero sí lo hizo entrenando en forma particular a varios futbolistas. Pese a su juventud, Rallo Urizar ya dirigió y fue campeón con la escuela de fútbol de Independiente de Campo Grande y el plantel de la categoría Reserva del elenco campograndense. También pasó por el 12 de Octubre de Santo Domingo Para él la profesión de DT es una de las mejores, pero dejó sentada su postura: “En Paraguay (los DT) somos muy conformistas, hablo en lo profesional. Un extranjero viene y exige condiciones y se le da. El paraguayo no es así”, aseguró.

De “Peíto” hasta Mario Jacquet, los DT que le enseñaron mucho

En la vida hay que ser agradecido y Carlos lo es, por eso cuando se le consultó por los entrenadores que le dejaron grandes enseñanzas, señaló: “Son varios los técnicos que fueron importantes en mi carrera, te puedo citar a Pedro Rodríguez, Crispín Rafael Verza, Raúl Billordo, Domingo Zaracho, Teodoro Ovelar, Roberto Sánchez, Julio Javier Doldán, Julio Carlos Gómez, el Chileno Amaya, Candado Pérez, Carlos Espínola y Mario César Jacquet. Todos fueron muy importantes en mi formación y de todos aprendí muchas cosas. Ahora que soy técnico recuerdo muchas de las cosas que me decían estos grandes profesionales”, apuntó el entrenador de 46 años, cuya meta es dirigir en Primera División.

Destacó el total apoyo de su esposa y sus padres a lo largo de su carrera

Detrás de todo deportista ex itoso hay una familia que apoya, de lo contrario sería muy difícil para el atleta llegar a los grandes objetivos, en este sentido Carlos Rallo Urizar reveló que en su vida profesional el apoyo de su esposa Sabrina y de sus padres fueron fundamentales. “El apoyo de mi esposa y de mis padres fue clave en mi carrera, sin ellos hubiese sido imposible hacer todo lo que hice”, contó. Está casado con Sabrina desde hace varios años, tienen 4 hijos: ambas de 23 años, Pavel de 18 años, Eliel de 13 y Danan de 6. Su hija mayor también jugó al fútbol un tiempo, además estudió periodismo deportivo y actualmente está en el segundo año de la carrera de marketing.

Le puso a su hijo mayor Pavel, en honor a un excompañero

Los dos hijos de Carlos juegan al fútbol, ambos están en las inferiores de Sol de América. El mayor se llama Pavel Rallo, le puso este nombre en honor a su excompañero de equipo en Tecos, el mexicano Pavel Pardo, estrella de la selección mexicana. “En ese equipo de Tecos había grandes futbolistas como Pavel Pardo, Adolfo Bautista Herrera, el Bofo, entre otros, y en honor a Pardo le puse su nombre a mi hijo mayor. Hasta hoy día estoy en contacto con varios de los compañeros que tuve en Tecos. La verdad fue una experiencia única el haber jugado en México, el nivel del fútbol mexicano es muy bueno y la infraestructura que tienen es impresionante”, afirmó.

MISMA PROMOCIÓN

Héctor Mareco, Gustavo Morínigo y Víctor Quintana fueron algunos de los compañeros de Carlos Rallo en el curso superior de técnico. “Todos son excelentes personas”, dijo. COMO

FUTBOLISTA

Al ser consultado sobre los compañeros de fútbol que le marcaron de manera positiva, citó a Cristian Riveros, Édgar Balbuena, Elvio “Palomo” Sandoval y Pavel Pardo.

“EN PARAGUAY (LOS DT) SOMOS MUY CONFORMISTAS, HABLO EN LO PROFESIONAL. UN EXTRANJERO VIENE Y EXIGE CONDICIONES Y SE LE DA. EL PARAGUAYO NO ES ASÍ”

CARLOS RALLO

Exjugador y actual DT