• Por Rodrigo Valdez
• @Rodrisamuvaldez

“La última vez que hablé con Michelle me dijo ‘por nuestra beba que llevo dentro daría hasta mi vida. Si ella está bien, yo estaré feliz’. Sé que ella aguantó hasta donde pudo para que nuestra hija nazca sana. En medio de este dolor que siento la voy a recordar siempre como mi amor y mi heroína”. Con esta frase cargada de emoción, don Julio Ibarrola (41) recuerda a su esposa Michelle Cristiane Zarza Contreras (37), una mujer embarazada que contrajo el coronavirus y murió ayer antes de poder cargar a su bebé, quien nació horas antes de su partida.

Michelle estaba embarazada de casi 7 meses cuando se enteró de que había dado positivo a la prueba del coronavirus. Casi inmediatamente después de obtener el resultado, su cuerpo comenzó a dolerle, le dio fiebre y sintió que el pecho le apretaba.

“Ella era funcionaria en el Hospital Distrital de Caaguazú y el pasado 13 de diciembre comenzó a sentirse mal. Le hicieron la prueba y dio positivo. Estaba internada, intubada”, contó don Julio.

El sábado en horas de la noche, los médicos tomaron la decisión de inducirle el parto. Lo hicieron, según don Julio porque la salud de Michelle no mejoraba.

“Ella estaba mal y por eso decidieron realizarle la cesárea. Tuvo un coágulo en la cabeza y se le tenía que quitar el bebé sí o sí. Dio a luz el sábado a la noche y falleció en la mañana de este domingo (por ayer)”, contó con tristeza y llanto.

“Antes de irse al lado de Dios me dejó lo más hermoso de este mundo: nuestra beba María Cristiane. Estoy seguro que Michelle dio su vida para que ella pueda nacer sanita. Es idéntica a su mamá, con pelo negro y la cara redondita. Cuando la veo, veo a mi amor, veo a Michelle. Se fue sin poder cargar en sus brazos a nuestra beba y eso me llena de dolor”, finalizó.

“Michelle es el amor de mi vida y la voy a extrañar muchísimo”

“Nuestra beba está bien gracias a Dios. Cuando ella crezca y entienda las cosas lo primero que le voy a decir es que su mamá se fue siendo una heroína”, contó don Julio.

“Michelle es el amor de mi vida y la voy a extrañar muchísimo y le voy a estar agradecido toda la vida por todo”, añadió.

“Tengo fe en Dios de que ella está con Él y se movió hacia una vida mejor. Siempre la extrañaremos y la recordaremos por la persona fuerte, amorosa y cariñosa que era. Agradezco las oraciones de todos desde aquel primer día en que ella se internó”, dijo.

“Ella se cuidaba un montón y aun así terminó contagiándose y es triste. Hay gente no toma en serio está cuestión del virus”, finalizó.

Tenía un don especial para ayudar a otros, contó Julio

“Michelle es de Curuguaty, pero nos conocimos en Caaguazú hace 4 años. Ella trabajaba en el hospital y yo soy docente. Un día el destino nos cruzó. Estuvimos tres años de novios y hace un año nos casamos. Ella tiene un hijo, quien hoy llora su ausencia y a quien vamos a cuidar mucho”, confesó. Don Julio comentó que Michelle tenía el don especial para ayudar a los demás.

“Nunca voy a olvidar esa sonrisa, la amabilidad y la generosidad que tenía con todos. Nunca supo decir en su vida “no”.

A todas las personas que le pedían ayuda ella siempre respondía con un “sí” y le tendía la mano. Estaba para ayudar siempre a la hora que le llamaran. Es triste que personas así se nos adelanten. Es muy doloroso”, finalizó.

CURUGUATY

Michelle fue trasladada hasta su natal Curuguaty para su última morada. “Su mamá quiso que la llevemos ahí y así lo hicimos”, contó don Julio.