Era un joven divertido y sociable para los que conocieron a Ronald Orihuela, el joven capiateño hallado sin vida en extrañas circunstancias, era buscado desde el Año Nuevo, pero el destino le marcó un triste desenlace.

Mucha gente en el barrio Caacupemí quedó consternada ayer en el velorio del muchacho de 21 años, que se realizó con los protocolos sanitarios por la pandemia. Fue encontrado el jueves en una zona de monte espeso en inmediaciones de una cantera entre Itauguá e Ypacaraí.

Sus padres fueron testigos de la peor escena tras tener que reconocer el cuerpo de uno de sus hijos, Ronald era el segundo de cinco hermanos.

Según fuentes cercanas, en la noche del jueves 31 de diciembre pasado Ronald fue visto por última vez, a las 23:00, en su vivienda cuando tomó el vehículo de su papá y fue a la casa de su novia, con quien supuestamente estuvo hasta las 5:30 de la madrugada del viernes 1 de enero.

El subcomisario Alcides Guarié, de la Comisaría 59.ª, Toledo Cañada, comentó que tuvieron conocimiento del hallazgo de un cuerpo, ya que un habitante de la zona les dio aviso.

“Tuvimos conocimiento del hallazgo de un cadáver en una zona descampada, boscosa, en el costado de la zona izquierda de la cerámica de Itauguá, a unos 3.000 metros de la Ruta 2. Encontramos el vehículo desaparecido y a unos 200 metros del lugar encontramos a una persona colgada. Rastros de violencia no se observaron, está todo cerrado y en el cuerpo de la víctima se encontraron las llaves del auto”, dijo en conversación con Guarié, Universo 970.