“En Paraguay jugábamos sin remera. Hoy aquí en España lo hacemos con tres abrigos encimados”, dijeron.

Mientras varios “tíos” ni de casualidad se despegan de sus camas y se mantienen “encerrados” en sus casas ante la persistente tormenta de nieve que cubre de blanco gran parte de España, un grupo de paraguayos residentes en Madrid decidieron salir a las calles con palas y otras herramientas para ayudar a despejar las carreteras, los patios y las plazas.

Y lo hicieron movidos por dos razones: para que ya no haya tanta dificultad para desplazarse, y para poder cumplir con la pasión diaria que les mantiene alegre que es ¡jugar al piquiboli!

Sí, el arte de pasarse la pelota y no dejarla caer. Aquel movimiento de patear el balón con la cara interna del pie y que el mismo viaje por el aire hasta llegar a la cabeza, al pecho, a los muslos o a las piernas de un compañero con una precisión envidiable, tiene a varios paraguayos felices en la Madre Patria.

Y lo juegan en medio del tremendo ro’y y luego de despejar la nieve. “Ni la nieve, ni el frío nos paran. Es una de las pocas diversiones que tenemos y sí o sí tenemos que jugar”, dijo a Crónica Gustavo Cáceres, mientras un grupo de amigos jugaban en el barrio Pan Bendito, en Madrid.

“En Paraguay jugábamos sin remera. Hoy aquí en España lo hacemos con tres abrigos encimados jajaja. Jugamos piqui con todo religiosamente. Es el vicio sano que tenemos y el cual el frío no puede detener”, agregó el compatriota que realiza “magia” con la pelota entre la nieve.

DE TODO

Varios compatriotas utilizaron las redes sociales para mostrar cómo la pasan durante la tormenta “blanca”. Algunos le bajaron chupi y hasta tereré en medio de la nieve.

Vichean y a la par avei juegan truco

“Limpiamos y despejamos con palas la gran cantidad de nieve que había y luego jugamos piqui. Muchos nos miran y se quedan sorprendidos (risas)”, agregó el compatriota, quien junto a los demás paraguayos le ponen buena cara al mal tiempo pese a la fuerte e inusual nevada que les tocó vivir.

Gustavo comentó además que mientras algunos juega piqui, los demás aprovechan para jugar truco en medio de la nieve.

“Sí, jugamos truco también. El paraguayo se divierte tranquilamente. Somos todos compatriotas y amigos”, comentó.

Varado en la carretera por más de ¡30 horas! ndaje

Gustavo trabaja en un camión y el finde estuvo atrapado en la carretera por más de ¡30 horas! “Gracias a Dios pude aguantar la fría noche porque la calefacción del camión es muy buena y la empresa nos da las camperas para estar preparado para esto”, agregó. “Estaba trabajando a bordo del camión cuando se llegó esta tormenta que dejó a muchos vehículos sepultados en diferentes carreteras. Hacía tanto frío y lo pude soportar”, explicó.

“Me rescataron con una 4×4 y por fortuna estuve bien siempre”, añadió.