“Fue la peor decisión de mi vida” dijo el compatriota, quien vivió un momento de terror en una ciudad española.

Ya empezaba a oscurecer y luego de una larga jornada laboral, Brígido Maciel se disponía a regresar a su casa.

Poco antes de salir del trabajo cayó una torrencial lluvia que inundó todo, el raudal era impresionante que hasta la carretera quedó totalmente cubierta por el agua.

“Es mi camino de todos los días, pero la verdad nunca vi semejante cantidad de agua, no dimensioné que podía ser muy profunda, estaba oscuro y decidí pasar, fue la peor decisión de mi vida, el agua me arrastró hasta el cauce del río Guadalmansa, en Málaga, el río desemboca en el mar, que está a menos del mil metros del lugar, me salvé de una muerte segura”, recordó nuestro compatriota, quien vive con su familia hace 18 años en Estepora, en España.

“Mi auto fue sujetado por uno de los cordones de la carretera. Como estaba cerca de mi trabajo, llamé a mis compañeros para pedirles que traigan una soga, quería que me rescaten estilo paraguayito, pero fue imposible, mucha gente que ya se llegó al lugar me alentaban, y empezaron a llamar a los bomberos y la policía. Yo empecé a rezar, soy muy creyente, le dije a Dios que no le temía a la muerte y que si era su voluntad que muera así, lo aceptaba. Me entregué a Dios, en ese momento me pasó la desesperación, sentí una paz, sentí que todo ese tiempo fue Dios el que me acompañaba y sostenía el vehículo para que no fuera arrastrado, ya que era impresionante la corriente. Le prometí que daría testimonio de la oportunidad que me dio”, recordó muy emocionado.

SE DESCOMPENSÓ

“Le llamé a mi hijo para que viniera junto a mí, mi señora se enteró de lo que me pasó y en ese momento se le subió el azúcar, ya que es diabética y tuvo que ser internada”, contó Brígido.

“Me llaman sobreviviente, mi rescate fue de película”

“Poco tiempo después llegó la policía, también los bomberos y empezó el rescate, parecía de película, nunca pensé que me tocaría esta situación. Desde un viaducto y con una grúa bajaron y me sacaron de mi auto, me llamaron sobreviviente, dijeron que yo era muy afortunado de estar con vida ya que unos días antes el auto de una pareja también fue arrastrado por el raudal y lastimosamente fallecieron ambos, me llamaron el sobreviviente”, comentó el compatriota.

“No voy a negar que me asusté, no me creo Superman, pero bueno, fue Dios el que me salvó, me dio la oportunidad de contar mi testimonio y ahora mi fe creció mil veces más”, he’i.

“Mi susto se convirtió en experiencia”

“Estoy muy agradecido con las personas que me rescataron, valoro su trabajo, cuando me sacaron de mi vehículo y ya estando fuera de peligro me preguntaron si necesitaba un médico o un psicólogo, yo estaba muy tranquilo y mi susto se convirtió en una experiencia de vida. En ese momento cuando te ves tan cerca de la muerte, uno empieza a valorar todo, especialmente a la familia, ahora valoro aún más la oportunidad que me dio Dios, y prometo trabajar para hacer conocer su palabra. Trabajo en una iglesia cristiana, hacemos visitas casa por casa, después de esto voy a tratar de ser mejor persona y ayudar más a los demás”, dijo.

Ahora Brígido quiere volver a ver a su madre

“Nací en Caraguatay, somos 9 hermanos, mis padres se separaron cuando tenía 9 años. La última vez que vi a mi mamá recuerdo que nos dijo que se iría para siempre y que jamás la volveríamos a ver, y cumplió.

Allí mi papá nos recogió y nos fuimos a Santaní, mi papá lastimosamente era incapaz de cuidar a 7 criaturas, ya que mi mamá le llevó a 2 dos me mis hermanas”, recordó Brígido.

“Con esto que me pasó y estando tan cerca de la muerte me vino a la mente querer volver a ver a mi madre, no me quiero morir sin volver a verla, ella se llama Julia Cabrera, tendría 70 años, mis hermanos son Teodosio Maciel Cabrera, Juana Bautista, Virgilio, Brígido, Estelvina, Aníbal, Fermina, Luciana, Celina”, recordó. Según supo, ella se había ido con un hombre de apellido Ortiz.