La pasión por el modelismo nació en el corazón de Humberto Sánchez (43) a los once años. Sus primeros barcos eran de lodo y arcilla que sacaba de un pozo en la zona de Zeballos Cué. “Tengo un tío que trabajaba en LAP, de uno de sus viajes me trajo un libro donde había muchos barcos, aviones y tanques, a partir de ahí me entusiasmé y empecé a hacer”, comentó el hombre sobre sus comienzos.

Después fue a la escuela técnica vocacional “Carlos Antonio López”, detrás del club Guaraní, donde estudió construcciones civiles y mecánica general, en ambas materias tenía dibujo técnico y construcción de maquetas. Actualmente con el internet se le abrieron muchas puertas para seguir perfeccionando el estilo.

Sánchez es modelista scratch, hace barcos, aviones, tanques todo a escala, sobre planos con material disponible, por ejemplo mdf, poliuretano, expandible y toda una serie de cosas que les agrega a sus maquetas. Lo más dificil que hasta hoy en día le tocó hacer son los vapores de la Guerra Grande, el “Tacuary”, ahora culminó el barco “Piraveve”, y dentro de poco empieza el barco “Paraguarí”. La idea es llegar a completar todos los barcos de la Armada Nacional, cuyas maquetas irán a parar a un museo en Pirayú que se llama “Los Marinos”. “El ‘Tacuary’ y ‘Pirevave’ están terminados, no hay dos maquetas ni se documentó que exista este tipo de barcos en ningún museo más que en Vapor Cué, en que tenemos las estructuras carcomidas por el óxido”, indicó a modo de dar a conocer la existencia de estas réplicas idénticas de los barcos históricos, un trabajo que hacen calladamente los apasionados del modelismo.

UN HOBBIE

La confección de las maquetas lleva su proceso, lo realiza en su tiempo libre porque no vive del modelismo, sino de un trabajo en un puerto privado.

DESAFÍO

Su mayor deseo es completar la colección de barcos de la Armada, su próximo desafío es el “Paraguarí”, hacer los históricos de la Guerra Grande.

El “Tacuary”: el amado buque del Mariscal

Humberto se define como un apasionado de la historia naval, sobre todo la de Paraguay. Le gustaría enseñar a los niños modelismo a escala, porque ayuda a aprender historia de paso y alejarse de vicios.

Hacer el diseño del “Tacuary”, el insignia de Francisco Solano López, fue toda una odisea porque ni había vestigios, ni nada, porque los brasileños habían quemado todos los archivos de este barco que se construyó en Inglaterra.

“Publiqué en una página inglesa de modelismo, muchísimos me ayudaron, había documentos inéditos que acá no llegaron, me ayudaron a sacar un modelo en escala del amado buque del Mariscal, hoy estoy orgulloso de que hice una réplica exacta de lo que fue aquella embarcación”, sostiene.

El “Piraveve” expuesto en Vapor Cué

Practicar modelismo tiene su costo porque muchos materiales son caros, así como la impresión de planos, algunos se pueden conseguir en internet o intercambiando con otros especialistas, pero es la barrera con que se tropieza. Sin embargo, hay muchos que lo practican en nuestro país y tratan de acercarse a lo más real posible.

El vapor “Piraveve” traducido al español sería pez volador, fue un vapor mercante que sirvió para la Armada Paraguaya durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870).

Tenía un solo cañón. Fue construido en el Reino Unido, fue adquirido en Asunción el 12 de abril de 1865. Entonces era uno de los barcos más veloces de la flota.