Cada uno tiene un pasatiempo en sus horas libres, el de “Fóbico”, obrero en una fábrica de madera en Coronel Oviedo, es reciclar latitas de cerveza para crear réplicas de vehículos de alta gama, motos, tanques de guerra, ere eréa.

Se llama Claudio Gabriel Ortega, tiene 34 años y descubrió hace como 4 años por casualidad esta habilidad con el aluminio, cuando le pidieron reparar un chiche y allí le empezó a gustar como hobbie ndaje. “Una tía trajo un adorno de Chile, pero se le había desarmado en el viaje y me preguntó si le podía armar de vuelta y mirando las piezas empecé a ver y mejorar”, contó. Esta pasión hoy día se convirtió en dinero extra para la casa, ya que hay muchos coleccionistas que le piden sus trabajos que tienen un costo mínimo de entre G. 35 mil y 100 mil.

Señaló que con la materia prima no tiene drama, no deben ser necesariamente nuevas y la mayoría de sus amigos son los que le donan las latas para poder realizar los trabajos, porque él lleva una vida sana, se cuida con entrenamiento y donde hay muy poco lugar para las bebidas espirituosas. Sin embargo, dice que tampoco necesita muchas, que con 8 ya puede hacer maravillas.

“Hago motos, autos de latas de aluminio y dependiendo del modelo y los detalles que le quiero dar calculo la cantidad, con 8 latas me sirven para un tanquecito”, comentó.

Usa el apodo que le dieron de pequeño

Claudio usa el apodo que le dieron de pequeño como nombre artístico en redes sociales, podés encontrarlo como “Fóbico Ortega” en su página de Facebook. Las fobias son un miedo anormal a un objeto específico, animal, actividad o cierta situación. Es un apodo que le pusieron desde chico por miedoso, comentó pero hoy día no le teme a nada, más bien algunos le tienen miedo porque se convirtió en un pesoca.

Los fines de semana es cuando se dedica por completo a sus trabajos y al entrenamiento, su otra pasión. Antes de la pandemia participó en una feria y en un encuentro de motocas, invitado para exponer sus obras.