Era un día más de trabajo, un domingo cualquiera, el 16 de noviembre del 2019, pero para Juan Gabriel Romero, de 25 años, y su familia es una fecha que jamás olvidarán. Eran poco más de las 9:00 de la mañana, cuando el joven se encontraba colocando carteles publicitarios en el “Aratirí”, cuando fue embestido por una persona que estaba participando de una carrera.

“Ese día mi hijo volvió a nacer”, cuenta su madre Graciela Flecha, quien dice que gracias a la Rosa Mística su segundo hijo, de los tres que tiene, está con vida y sin secuelas de aquel feroz accidente. “Los médicos solo le dieron 6 horas de vida”, pero la Virgen dijo otra cosa.

“Tenía los pulmones perforados, el páncreas dañado, el hígado raspado y tuvieron que extirparle el vaso, además detectaron que tenía líquido alrededor del corazón”, dijo.

“Mi hijo entró en terapia, su pronóstico no era bueno, pero cada vez que entraba a verlo le colocaba el agua de la Rosa Mística que me había traído un familiar”, contó.

“Después de colocarle el agua a mi hijo, él empezó a recuperarse de a poco, fue un milagro, hasta los médicos dijeron que era un milagro que él seguía vivo cuando se recuperó totalmente, me dijeron que el 90 por ciento no se recupera de este tipo de accidente y no tienen la oportunidad de contar la historia”, he’i. “La virgen le dio otra oportunidad”, expresó.

Cada llamada del médico les paralizaba

Según cuenta la doña, muy emocionada y con lágrimas en los ojos al recordar todo lo que pasó con su hijo, y las pocas esperanzas que le daban los médicos, recuerda que con cada llamada de los médicos se les paraliza el corazón, “ya esperábamos que nos dijeran lo peor”, contó. “Hice del hospital mi casa durante un mes, el tiempo que mi hijo estuvo internado, entre todos quienes estábamos allí éramos como una familia, nos dábamos apoyo por más que uno estaba peor que el otro”, recordó.

“FUE UN MILAGRO”

El joven no recuerda nada del accidente, mira las fotos y queda sorprendido de lo grave que fue, pero llorando dice “fue un milagro”