El “bendito” sistema de salud paraguayo ya le tiene cinco meses de hospital en hospital a una doña de 68 años, quien no encuentra todavía una sala en donde quedarse internada para tratar así de combatir contra el terrible dolor físico que marca su día a día y que la tiene postrada en una silla de ruedas.

La señora Beatriz Cabrera sufre de una artrosis de cadera, por lo que tiene que ser operada para colocarle una prótesis.

“Hace más de cinco meses que estamos deambulando por los distintos hospitales, hasta ahora no encontramos una solución para la enfermedad de mi mamá que sufre una artrosis de cadera. No hay lugar en los hospitales para que le puedan operar”, comentó con voz entrecortada por la impotencia e indignación Alberto López (34), hijo de doña Beatriz.

La paciente vive en la ciudad de San Pedro del Paraná y había acudido al Hospital Regional de Encarnación, de donde la derivaron hasta el Hospital de Trauma de Asunción. “Nos trasladaron hasta la capital, pero allí tampoco conseguimos nada. Nos dijeron que no se le iba a hacer la cirugía a mi mamá porque solo le estaban operando de urgencia a los motoqueiros accidentados”.

Luego le realizaron todas las pruebas a doña Beatriz, pero ofaltá chupe cama y dos materiales más para la operación, “ella va a necesitar una cama en la terapia intensiva al salir de la operación, pero no hay caso.

¿IKATU PIO?

La doña y su hijo se encuentran alojados en la casa de una amiga. Para colaborar con la señora se pueden comunicar al 0982-464303 con Alberto López.

Faltan comprar dos elementos todavía ndaje

La familia tuvo que realizar varias actividades para poder costear la compra de la prótesis para la kuñakarai enferma. “Realizamos varias tallarinadas en nuestra comunidad y los vecinos nos ayudaron bastante. Conseguimos en donación la prótesis que necesita mamá.

Pero además marcaron dos cosas que le faltan entre los elementos de la prótesis que se le tiene que implantar, pero no podemos pagarlos, porque somos demasiado pobres y ya no contamos con dinero”. Confían en Dios y el buen corazón de los paraguayos para poder operar a su mamacita enferma.