El lateral izquierdo, ahora en Tembetary, todavía tiene cuerdas para jugar “uno o dos años más”, según le bajó. Anécdotas, títulos, una carrera a futuro y mucho más.

• Por Juan Duarte

Cuando Arturo David Aquino (38) llegó al Olimpia para las inferiores desde Ciudad del Este, su objetivo era consolidarse. “Fue en 1999, gracias a Benicio Ferreira (exgloria de la “O”), pasé por las inferiores y en el 2003 pude debutar en Primera en un partido ante Luqueño que ganamos 2-1”, recuerda.

Ese debut no sería el paso previo a una consagración definitiva en la Franja, porque los enormes problemas dirigenciales de esa época en el club le privaron de tener continuidad.

“Te puedo resumir de forma simple, en esa época renuncia ODD y se vinieron un montón de técnicos, se cambiaba de técnicos cada 3 meses, llegaban 6, 7 jugadores de afuera que se iban para el siguiente semestre y nosotros los más jóvenes como Nelson Cabrera y otros, solo jugábamos cuando las papas quemaban, Olimpia no peleaba por nada”, remarcó.

Agregó que la decisión de salir del club fue de él. “Del Olimpia salí porque quise, el salir del Olimpia no fue tan malo, yo todavía tenía dos años y medio de contrato, pero el tema mío es que no tenía oportunidad. Después de ese título de la Recopa 2003 logrado ante San Lorenzo de Almagro, el equipo nunca más ganó nada hasta el 2011. Al principio me arrepentí un poco cuando fui a Tacuary, porque no me fue bien, no era lo mismo, pero el tiempo me dio la razón después”, remarcó y estoy contento con la decisión que tomé”, aseguró.

Esa decisión de Arturo le dio beneficios, porque después consiguió títulos en otros clubes… que lo recordaremos también aquí.

TRAYECTORIA

Arturo debutó en Olimpia, luego en Tacuary, 3 de Febrero, Luqueño, Nacional, Olimpo de Bahía Blanca, Capiatá, Rubio Ñu, Guaraní, Trinidense y actualmente en Tembetary.

SU FAMILIA

Aquino está casado con Luzcelia Delgado y tiene tres hijos. Arturo David (10), Constanza (3) y el menor de todos, Jonás David (de solo un año).

Mantiene su peso, gracias a su doña que es una nutricionista

Pese a que ya está rondando los 40, Aquino mant iene un estado f ísico envidiable, gracias a su cuidado y a otro factor determinante. “Gracias a Dios mi señora es nutricionista, pero yo mismo no soy de exagerar con las comidas, además no tuve muchas lesiones y la verdad, nunca tuve problemas de peso. Eso sí, a partir de los 34 ya comencé a subir un poquito más”, refirió.

En medio de su buena onda tiró que tiene todos los equipos de gimnasio en su casa, pero que “nunca hago ejercicios en casa”.

Supo invertir el dinero que ganó con el fútbol

Muchos jugadores, pese a haber amasado una fortura, pasaron penurias económicas tras sus retiros, pero en el caso de Arturo esto no ocurrió. “Por suerte, pudimos hacer unas cositas para rentar. La verdad, me siento orgulloso de mí mismo de lo que logré. Todos los meses llegamos bien, nos vestimos bien, tenemos una casa propia, los chicos van a un buen colegio, y no estoy hablando que ganaba una fortuna, simplemente traté de manejarme bien”, remarcó el lateral.

Títulos con Luqueño, Nacional, Guaraní y épica en La Bombonera

Arturo tiene un mérito grande. El de haberse podido consagrar con equipos relativamente “no grandes”. “En Luqueño formamos un equipo muy bueno en el 2007. Fue como que todo se dio para aquella consagración. Lo mismo en Nacional, con un técnico como Almeida de mucha experiencia y en Guaraní también”, recordó. Eso sí, la gesta de ganarle a Boca en ‘La Bombonera’ con Capiatá, no tiene precio. “Yo era el capitán y les dije a los muchachos que nunca vamos a volver a tener la oportunidad de jugar en una cancha como esa. Y entramos en la historia”, remató.

El día que Néstor González le confundió al Tecla con “Cave”

Anécdotas tiene un montón Arturo Aquino, pero una que realmente le pareció simpática fue la que protagonizó en un partido con su compañero de Capiatá, Néstor González.

“Fuimos a jugar contra Danubio en Uruguay, estábamos ganando el partido 3-1 y pasando de fase. Pero a los 45 minutos del segundo tiempo, Néstor me mira y me señala por el delantero de Defensor y me dice: ¿Péa pio la Cavenaghi? Yo me maté de la rica, porque se refería al Tecla Farías. Había sido él pensó todo el partido que le estaba marcando a Cavenaghi, demasiado me reí de él”, concluyó.