Los desvíos sobre la Ruta PY 01 perjudican enormemente ndaje a los pobladores, especialmente en la ciudad de Carapeguá, ya que desde que se habilitaron los ramales que salen en Acahay y Nueva Italia son escasos los vehículos que pasan por el casco urbano de la ciudad, cuya principal actividad es la artesanía en poyvi.

“Desde que los vehículos ya no pasan por acá, especialmente esos que traen a turistas, tenemos poca venta, eso dejó casi muerto nuestra ciudad, anteriormente la gente que viajaba a Encarnación y/o se iba de paseo a Villa Florida sí o sí se quedaba y compraba nuestros productos, especialmente las hamacas, pero ahora se convirtió en un pueblo fantasma, está silencioso y solo algunos camiones pasan por acá”, contó doña Lida Rosa Cardozo, tejedora de poyvi desde hace 50 años. Solicitó la ayuda de las autoridades para que hagan algo por ellos, quienes se sienten minimizados ante la situación; la artesana explicó que son muchas las familias que viven de sus creaciones, pero ahora no hay casi venta.

“De mí dependen 30 familias, nos ayudamos como podemos porque todos tienen hijos que tienen que comer, hay días que me pongo a llamar a todos mis viejos clientes para vender algo”, dijo.

Comentó que suele viajar sola hasta Encarnación para lle var los pedidos cuando los tiene y así también poder ayudar a otra gente que depende de las ganancias.

“La situación es muy difícil y a mí como mamá me duele en el alma cuando me traen los trabajos y no tengo cómo pagar porque no se vende casi nada”, agregó.

“La venta bajó en un 50%”

Doña Angélica se dedica a la venta de remedios, jugos y tereré al costado de la ruta en el centro mismo de Carapeguá, hace 32 años, contó que desde que se abrieron los desvíos sus ventas bajaron en un cincuenta por ciento y que con lo que gana ya solo alcanza para comer. “Solo algunos camiones con carga se quedan a comprar, cheforzá, pero no hay otra cosa que pueda hacer”, dijo la doña sentada al costado de la ruta esperando que algún automovilista pare a comprar por lo menos un hielo