Antes de rumbear hacia el Norte, peloteros y dirigentes acordaron todo sobre el aspecto económico, pero luego cambió la historia y se dio el pochy.

• POR GERARDO BENÍTEZ MONGES

Eufemio Raúl Cabral es actualmente un empresario mbarete en España, específicamente en la ciudad de Burgos, donde se encuentra instalado desde hace más de 40 años. Cabral es un expelotero que chutó en varios clubes de la Primera, como Libertad, Cerro Porteño y Guaraní, antes de rumbear hacia la Madre Patria, de la mano del entonces presidente del club Tembetary y empresario, don Epifanio Rojas.

Chutó con la Albirroja, en el Mundial de México 1986, pero antes del juego con Inglaterra, por cuestiones antideportivas, según contó, le mandaron de vuelta a Paraguay, junto a Rolando Marciano Chilavert.

“Nosotros tuvimos una reunión antes de salir hacia México, acordamos las condiciones económicas en las que todos los jugadores estábamos de acuerdo”, dijo, para agregar que, “pero ya cuando estábamos en México, apenas empezó el certamen, hubo un cambio de planes y lógicamente que yo estaba en desacuerdo con la situación; Rolando (Chilavert) también se mostró molesto por la situación”.

Explicó que el acuerdo inicial consistió en que, tanto el que jugaba de titular, como aquel suplente, que no entraba, iban a ganar lo mismo; sin embargo, el criterio cambió y todo se fue a la China. “Lo que me ha molestado no es el factor económico, sino que el cambio de criterio de los propios compañeros, cuando bien se ha decidido una cosa en Paraguay, entre cuatro o cinco personas cambian todo; es decir, los titulares querían cobrar más de los que no jugaban y eso es una falta de compañerismo”, relató.

Recordó que, por el reclamo que hizo, junto a su compí Rolando, le dieron boleta de vuelta al país, antes del choque ante Inglaterra. Al día siguiente que llegaron, arribó la delegación guaraní, ya eliminada del certamen mundial.

CON CAYETANO

Le conoció a Cayetano Ré cuando este dirigía al Elche; en el 85, el DT le trajo a Cerro Porteño y un año después le llevó al mundial. Terminó su carrera en el fútbol portugués.

El Peñón de Piquete Cué fue el inicio de su carrera peloteril

Antes de tomar vuelo hacia España, Cabral jugó en varios equipos del país, iniciándose en el Sportivo Peñón de Piquete Cué, luego chutó por la selección paranaense, con el que se consagró campeón en 1974. “Después jugué en Libertad, unos cinco meses por ahí, en la época de Juan Carlos Tavarelli, Cristóbal Maldonado y Alcides Báez”, recordó. “Yo vine a España con 20 años, prácticamente desde mi pueblo de Piquete Cué. Me instalé en Burgos, aquí sigo y quizás aquí me quede para siempre, el tiempo lo dirá”, sostuvo.

No le extrañó la eliminación ante Inglaterra

Siguiendo con el tema mundial, Cabral fue consultado si le extrañó la derrota y eliminación ante los ingleses. “No me extrañó para nada, porque en aquel momento, pese a que teníamos un nivel medio alto y jugadores de mucha categoría, no teníamos capacidad de ir más allá, Inglaterra era un equipo muy fuerte, bastante superior al nuestro. Argentina lo eliminó con la famosa mano de Dios, de Maradona”, le bajó.

De manera tajante y bien firme, dijo que no se arrepiente de nada de lo que hizo, pues es una persona que siempre mantuvo firme su palabra, cueste lo que cueste. “Me siento muy bien, no me arrepiento de nada”, tiró.

“Gracias a Epifanio tomé la mejor decisión de mi vida”

Cuenta Eufemio y con mucha alegría, que haberle conocido a Epifanio Rojas (excapo de Tembetary y empresario de fútbol en esos tiempos), fue lo mejor que le pudo haber pasado en su vida.

“Con él, he tomado la mejor decisión en mi vida, porque fue don Epifanio que me trajo a España, jugué en el Burgos, donde resido ahora, luego me transfirieron al Valencia, donde coincidí con grandes jugadores como Mario Alberto Kempes, entre otros; de ahí pasé al Racing de Santander y luego al Almería”, indicó.

Una lesión en una de sus rodillas, y su club, el Almería que pedía mucho dinero por su pase, le truncaron la posibilidad de jugar en el poderoso Barcelona.

En lo laboral está dedicado al mundo del transporte

Hoy día, el exjugador instalado en España, es un exitoso empresario del transporte. Contó que, en el campo laboral, los primeros años fueron más llevaderos que en los tiempos actuales. “A través de amigos he encarrilado mi vida laboral en el tema del transporte de mercancías en general, animales vivos a nivel local y nacional”, recordó.

Cabral es papá de cinco hijos, que tienen la nacionalidad española y paraguaya. Hace cinco años que pisó suelo guaraní, por última vez. Contó que, en principio, costó acostumbrarse a la comida española, pero con el tiempo, el menú de su casa fue paraguayizándose.