• POR GUSTAVO VILLAMAYOR

“Si uno es de escasos recursos, se muere, así nomás es”, arremetió de entrada Ariel Villamayor a Crónica. El muchachón está acompañando a su abuelita, quien está internada en el pabellón respiratorio del Hospital Materno Infantil de Calle’i, en San Lorenzo.

“Desde ayer estamos con mi abuela, tiene un cuadro de neumonía, pero todo ya se toma como covid. Primero nos fuimos a un sanatorio privado, en cuatro horas de atención que le dieron a mi abuela, nos costó un millón y medio de guaraníes, es una locura. Y eso que fue solamente la consulta y le pusieron oxígeno, entonces decidimos venir acá. Acá ya gastamos esa plata, pero ya se le está medicando a full a mi abuela”, comentó Ariel.

Luego gatilló: “Acá hay remedio pero no todos, solamente algunos estudios que no cuentan acá nos vamos a hacer otro lado, comparado con otros lugares, acá se recibe una muy buena atención. Yo tenía otro concepto del Hospital de Calle’i, pero ahora tengo un muy buen concepto, la realidad es que es mucho mejor de lo que yo me esperaba”.

El Hospital de Calle’i se preparó con todo para recibir a los pacientes con covid, pero al parecer no hubo más tiempo de preparar un lugar para los parientes de los enfermos de coronavirus, “lo que sí se ve es la falta de infraestructura para los familiares de los pacientes. Ahora estamos todos acá bajo los árboles, afuera, este tema de infraestructura es una locura. Por lo menos falta un tinglado o una carpa en donde podamos estar en caso de que se venga una lluvia. Pero en cuanto a la atención de los médicos y enfermeras es muy bueno”.

BAJO ÁRBOLES

Las personas están apiñadas bajo las plantas y de los árboles también, esperando las llamadas de los médicos, ya sea para el informe o para la compra de los medicamentos faltantes.

PIDEN TOLDOS

Cualquier carpa’i, así como sillas sería bien recibido por los parientes de los internados. Si alguna persona puede colaborar sería de gran ayuda para los prójimos.

“Encontramos esa contención que uno necesita ahora”, he’i

La falta de camas en los diversos hospitales del país es lamentable. Una doña fue traída desde Villa Oliva, departamento de Ñeembucú. “Yo estoy con mi hermana, quien está en el día once del covid positivo. Acá solamente no es gasto por remedios, también se suman los gastos por alimentación de los parientes que estamos acá”, comentó Sandra Benítez.

Pero la doña quiso destacar la atención: “Son muy amables acá, tanto los médicos como los enfermeros, es muy buena la calidad humana que encontré acá, por lo menos encontramos esa contención que uno necesita en estos momentos de desesperación”.

Pero oime asy los familiares upépe. “Tenemos dos baños nada más para todos y no hay un techo donde guarecernos del sol, ni de la lluvia”, agregó.

“Estamos debajo de las plantas”

Una joven que vino desde Ñemby para velar por la salud de su papá, quien fue trasladado desde el hospital de Trinidad hasta el hospital sanlorenzano, comentó a nuestro medio que están muy bien atendidos en el sitio.

“Mi papá vino trasladado del hospital de Trinidad porque acá está mejor. Cuando llegamos nomás tuvimos que esperar para conseguirle una cama, pero ahora ya está en una sala”, dijo Lourdes Jara.

Upéi he’i: “Hay algunos medicamentos que no conseguimos, además los parientes no tenemos dónde quedarnos. Acá estamos bajo las plantas, solo dos baños hay para todos”.