El exjugador de Guaraní, Cerro y también la Albirroja, hizo un repaso mbarete de su trayectoria pelotera y se mostró agradecido con todo lo que logró.

POR JUAN V. DUARTE

Hay jugadores que parecen haber nacido con un estrella especial. Y Osvaldo Peralta (50 años), es uno de ellos. Se vino desde su natal San Pedro del Paraná siendo muy joven para jugar en el General Caballero de Zeballos Cué y de ahí ya no paró. Guaraní, un paso en España, Cerro Porteño, la Albirroja y otros clubes, marcaron su destino.

“Estoy muy contento con todo lo que logré. Soy de un pueblo humilde y cumplí mi sueño. Recorrí muchos continentes detrás del fútbol, tuve muchas vivencias, hice muchísimos amigos, jugué con grandes jugadores y enfrenté a varios jugadores, hasta a mi señora le conocí detrás del fútbol y formé una gran familia, soy un agradecido en ese sentido”, nos contó de entrada.

Agregó que “cuando uno es joven no dimensiona muchas cosas, pero imagínate que yo tuve la oportunidad de jugar en unos Juegos Olímpicos, hay atletas que se preparan toda su vida para ir a unas olimpiadas y yo estuve ahí. Jugué en dos de los clubes más grandes del país, salí campeón, fueron muchas cosas”, remarcó.

Y hablando de agradecimientos, Osvaldo también fue contundente al afirmar que el técnico que más y mejor le enseñó fue Cayetano Ré. “Cayetano era lo máximo, siempre digo que Cayé fue mi padre futbolístico. Porque era un técnico que realmente te enseñaba… cómo pararte ante un rival, cómo poner el cuerpo y el pie para chutar la pelota, hasta en enseñanzas de vida, estaba en todo, incluso llegaba antes al club (Guaraní) para ayudarle al canchero a cuidar el pasto, era un fenómeno realmente”, ponderó el exzaguero que ahora vive en Coronel Bogado.

Inolvidable preolímpico y el título con nuestra Albirroja

Osvaldo fue parte importante de la selección que ganó el preolímpico de 1992. “Jugué los 7 partidos haciendo pareja con “Chito” Ayala. El único partido que perdimos fue ante Brasil, cuando Lamolina (exárbitro curepa) no bombeó todito mal. Hicimo

s una gran campaña, e incluso estuve en la selección ideal del torneo con “Chito”, recordó.

Eso sí, quedó la espinita clavada porque Sergio Markarián, el DT, no le hizo jugar ni un partido en los Juegos Olímpicos de Barcelona. “Cambió la disposición táctica, pero igual estoy satisfecho”, remató.

Un enojo de un compañero y un gol con “resfrío y fiebre”

Guaraní fue el “hogar” más importante de Osvaldo y su anécdota más recordada lo vivió ahí. “Luis Caballero (+) regaló su camiseta y le quisieron descontar. Él no aceptó y se rajó de la concentración. El técnico (Juvencio Osorio) me pidió que venga a concentrar. Yo estaba con gripe y volaba de fiebre, hice de todo para aliviarme y el domingo me hizo jugar de titular ante Sport Colombia. Comenzamos perdiendo con un gol en contra y en el segundo tiempo, antes del final, metí un gol de palomita. Ndi, chéntema la ídolo, salí la figura, al día siguiente todos los diarios me sacaron en tapa. Decían ‘se fue Caballero y surgió Peralta’”, recordó.