Ya estuvo casada anteriormente y la vida no le favoreció en el amor. Por eso prefiere estar sola porque los hombres siempre le son complicados.

Viví al lado de un hombre al que entregué mi vida y él me pagó con la traición. Desde ese día se me acabó la alegría de vivir y me encuentro presa en mi propia casa, más allá del encierro obligatorio. Sobrellevar esta situación se me hace cada vez más pesado. Solo espero encontrar un rayito de esperanza que me dé la fuerza para seguir adelante, aunque sea sin amor.

Me encuentro prisionera entre las cuatro paredes que alguna vez compartí con quien yo sentí fue el gran amor de mi vida, pero que me cambió por la plata y marcó en mi corazón profunda tristeza.

Estuve casada durante 15 años. Durante todo ese tiempo sufrí tanto porque mi marido era un borracho, mujeriego y encima me maltrataba en todos los sentidos, física y emocionalmente. Me casé obligada por mi madre, ella quería deshacerse de mí cuando tenía apenas 18 años.

Después de dos años me volví a juntar con este hombre que amé con locura y sin decirme adiós me dejó. Me enfermé y él se fue con una mujer de plata con más de 50 años. De eso ya pasó como año y medio. Fuimos pareja por una década, y en ese tiempo le dediqué toda mi vida, nunca le faltó nada a mi lado porque trabajaba bien, casi no tenía tanta necesidad económica hasta que me quedé sin trabajo, sin plata y enferma.

Mi vida, licenciada, es tan triste y de tragedia, ya perdí la esperanza y la ilusión al amor, nadie se me acerca más. Tampoco he buscado, perdí la confianza en los hombres. Quiero despertar un día y olvidarme la pesadilla que viví, estoy mal, triste, con el corazón que sufre por alguien que se fue…

AURELIA, DE FNDO. DE LA MORA

47 AÑOS

LA RESPUESTA: RECUPERAR LAS GANAS

Punto final a tu relación complicada

Para empezar, tenés que recuperar esas ganas de vivir y ser feliz, proponerte a planificar tu día, dejar de lado las amarguras del pasado y disfrutar cada momento. Muchas veces al no querer desprendernos de esos recuerdos que hacen daño perdemos tiempo valioso, dejando pasar las oportunidades que tiene la vida para nosotros.

Estoy segura que los sueños, la esperanza, la alegría siguen intactos en tu alma, solo te falta motivación. Ahora, depende de vos encontrar ese “algo” que te mueva, probá al levantarte por las mañanas mirar al espejo y reconciliarte con la imagen que ves reflejada. Ya es hora de soltar las cadenas del sufrimiento, volver a sonreír y disfrutar de las cosas sencillas que tienes a tu alrededor.

Cuesta volver a confiar, tras un tropezón con “don corazón”, pero depende de vos levantarte.