El exdelantero de varios clubes cumplió de sobra su sueño de chiquito, que era chutar un superclásico entre Cerro y Olimpia.

• Por Gerardo Benítez Monges

Felipe Nery Franco, conocido en el mundo peloteril como el “Cavernícola”, es un expelotero que jugó con mucho suceso, y sobre todo marcando goles a granel, en los cuatro clubes considerados grandes de nuestro medio: Cerro Porteño, Olimpia, Libertad y Guaraní. Fue en la década de los 80 y 90, luciendo casi siempre la camiseta 9 del equipo.

Desde muy pequeño le dio a la pelota y gracias a que casi nunca conoció de lesiones ni nada contó que jugó de seguido por mucho tiempo. “A los 40 años dejé el fútbol activo; jugué por más de 20 años seguidos gracias a que prácticamente no conocí de lesiones ni nada a lo largo de mi carrera, es decir, he recorrido muchos kilómetros detrás de la pelota, analizando el tema, puedo asegurar que fueron demasiados”, dijo Franco.

El exdelantero cañón nunca pasó por un bisturí en su carrera peloteril, contó que no sabe lo que es una lesión en los meniscos, ni fracturas ni siquiera lesiones musculares. “Tuve alguno que otro golpe, pero nada de consideración”, he’i.

COMIDA SANA

Felipe dijo que esa buena salud que le acompañó a lo largo de su vida futbolística fue gracias a la buena alimentación que tuvo desde chiquito. “Viene de la infancia, yo soy del campo, de Itacurubí de la Cordillera y desde pequeño viví en una compañía, mi mamá me daba mucha leche recién ordeñada, comida natural, mucha agua y jugo, nada de gaseosas. Eso sirve para crecer sano, que tu cuerpo rinda. Hoy tengo 62 años y me siento demasiado bien”, le bajó.

Cumplió de sobra su sueño de jugar un superclásico

Desde los 12 años “Cavernícola” se trazó una meta. Jugar un clásico entre Cerro Porteño y Olimpia. En 1980 vino a Asunción a jugar por el Independiente de Campo Grande, en 14 partidos marcó 12 goles y de ahí dio el salto. “Por mis goles se fijó en mí Cerro Porteño y me llevó en el 81. Le dije a mi mamá, se me está cumpliendo mi sueño y la verdad, jugué muchos clásicos y le hice muchos goles a Olimpia”, recordó.

En el 90, después de recorrer clubes de España y Colombia, se incorporó al Decano, donde, a más de jugar más superclásicos, ganó la Libertadores, la Recopa y chutó la Intercontinental en Tokyo.

Feroz agradecimiento para el Dr. Zapag y don Osvaldo

Fel ipe Nery se mostró más que agradecido con la gen te de Cerro Porteño por haberle dado la oportunidad de chutar en ese club y en especial, al entonces presidente Dr. Abraham Zapag. “Estoy muy agradecido con él, porque me abrió las puertas del club. Si bien Cerro aún no ha podido ganar una copa internacional, sé que lo logrará, porque está buscando y cuando uno no se resigna, lo consigue”, dijo. También a Osvaldo Domínguez Dibb, capo del Olimpia. “Don Osvaldo es un ganador, siempre te motiva y eso te da mucha confianza para hacer un buen trabajo”, sostuvo.

“En los clubes que me tocó debutar lo hice con goles”

El exdelantero destacó una situación que se dio con él a lo largo de su carrera. “En todos los clubes que jugué debuté marcando uno o dos golcitos, eso fue una constante. Gracias a eso las cosas me fueron bien donde me tocó jugar, así también salí bien de todos los clubes que me contrataron”, señaló.

Resaltó que comenzar con goles en los clubes le aumentaban la confianza para ir hacia adelante con mucha fuerza y optimismo. “Y no solo a mí, sino también a todo el equipo, gracias a Dios siempre me fue bien”, tiró.

“Con Jorge Gil somos amigos”

En el 93, durante un partido entre Luqueño y Guaraní, protagonizó un accidente feo, aunque casual, con el defensor Jorge Gil. “Recuerdo aquel momento, fue luego de una pelota larga de nuestro arquero, yo jugaba por Guaraní, salté y al abrir mis brazos Jorge chocó por mi codo. Se rompió el pómulo, se hundió prácticamente”, indicó.

Agregó que, “recuerdo que el comité de disciplina de la Liga revisó mucho esa acción y concluyó que fue un accidente. Jorge y yo solemos hablar, no quedó ningún rencor”.