“La pandemia logró que yo conozca varios dones y talentos que tenía escondidos”, sostuvo el “matador” sampedrano.

• POR RODRIGO VALDEZ (@Rodrisamuvaldez)

Luis “Pila” Ramírez causa un respeto enorme. Su vida bien pudiera ser el reflexivo y tensionado argumento de una novela sin final. Desde los 15 años se ganó el respeto en el ruedo. “A esa edad comencé, pero yo nací torero, soy torero desde la cuna”, asegura uno de los hombres más respetados y considerados uno de los mejores en ese ámbito en nuestro país.

Hoy, Luis extraña su mundo. “En el ruedo varias veces me salvé de la muerte, pero la de ahora es la batalla más complicada: la de sobrevivir”, dijo a Crónica y contó cómo es su vida desde que el ruedo se cerró. “Desde que las ferias taurinas pararon completamente hago lo que sea para sobrevivir. Esa es nuestra realidad, pero confío en que volveremos con todo muy pronto ahí donde los toreros somos felices. Mientras, la voy remando y la pandemia logró que yo conozca varios dones y talentos que tenía escondidos”, sostuvo el hombre, quien vive en el distrito 25 de Diciembre, de San Pedro.

El joven deslumbró en cada ruedo que existe en nuestro país, como así también en Brasil, Argentina y Bolivia. Pero hoy, a consecuencia de la pandemia, Luis tiene un presente diferente. Como muchos, tuvo que reinventarse. De dejar el alma en el ruedo, ahora Luis conoció su talento en la granja, en la música y en el estudio.

“Ahora canto y toco la guitarra, practico aquí en la granja mientras siembro verduras y frutas. Y a la par, estudio. La gente que me conoce me ayuda, me pide canciones y así la voy remando y haciendo algo de plata. También hago videos de mis piruetas y las envío. Uno tiene que reinventarse mientras dure esto”, contó.

Una meta: terminar el cole

Cada vez que Luis observa su pierna izquierda recuerda que es torero. Y es que allí está la “figura” de una enorme cicatriz de 17 puntos. Esa tan solo es una de las más de 10 que tiene. “Ya recibí como 12 corneadas”, agregó.

“No sé dónde ni cuándo volveré a torear, ya me gustaría saberlo. Pero mientras tanto trato de refugiarme y cumplir algunas metas que tengo pendientes”, dijo. Y es que Luis le sacó algo bueno al parate por culpa de la pandemia. Encontró un refugio en el estudio para lograr concluir la secundaria. “Por cosas que pasaron quedó pendiente este tema y ahora retomé los estudios y espero concluir la secundaria a mitad de año. Hay que encontrar siempre lo positivo a lo negativo”, dijo.

Prepararán documental de la vida del “matador”

“Comencé a los 15 años en lo que es ser torero. Siempre me gustó. A mi familia no, pero asumí el desafío. Comencé con Gabriel Gabo (ya fallecido), a quien aprecio y extraño muchísimo. Amamos lo que hacemos. Nos dicen locos, pero lo nuestro no es locura sino pasión”, dijo Luis. “No pasa un día en que no sienta el cosquilleo del toreo cuando me pongo el traje y practico aquí en mi granja”, añadió.

El joven comentó que con gente allegada a él preparan un documental de lo que es la vida de un torero. “Queremos volver con todo. Queremos que la gente sepa que cuando podamos ingresar de vuelta al ruedo sientan que lo haremos con amor y pasión”, finalizó.