El experimentado entrenador colombiano conversó con Crónica y entre otras cosas reveló lo que -a su criterio- jamás le deben hacer a un futbolista.

• POR OSCAR PATIÑO RIVEROS

El fútbol colombiano siempre “sacó” grandes jugadores a lo largo de los años, muchos de ellos no pasaron la frontera y brillaron en el país, otro sin embargo lograron traspasar el fútbol local y escribieron sus propias historias en el exterior.

Lo mismo pasó con los directores técnicos, muchos llegaron a la categoría de “maestro” y uno de ellos es sin dudas Carlos Mario Hoyos (59 años), quien conversó con Crónica y tocó varios puntos relacionados a la difícil tarea de dirigir.

Para él uno de los aspectos claves cuando está al frente de un plantel es decirle siempre la verdad al jugador, jamás mentirle solo para que “no se enoje”.

Antes de ponerse la ropa de entrenador, Hoyos hizo una brillante carrera como jugador; a los 18 años llegó al Deportivo Cali, donde estuvo 10 años y fue dos veces campeón, además de disputar tres ediciones de la Copa Libertadores de América con el equipo caleño.

Jugó con atletas como Fredy Rincón, Carlos “Pibe” Valderrama y Andrés Escobar; además, de haber compartido con varios paraguayos, entre ellos Roberto “Gato” Fernández, Buenaventura Ferreira y Jorge Amado Nunes.

“Llevo 20 años dirigiendo y puedo decir que es más lo que se pierde que lo que se gana. El deber del entrenador es conocer a cada jugador que está en su plantel, porque allí tiene diferentes tipos de caracteres y temperamentos. Y hay algo importante, nunca le debes mentir a un jugador, cuando hablas con el jugador este debe creerte siempre y la única forma que te crea es diciéndole siempre la verdad. No le mientas solo para evitar que se enoje, hay que ir siempre con la verdad”, relató a nuestra página.

“Los jugadores hoy día llegan sin preparación a Europa”

Hoyos reconoció que los clubes de nuestro continente necesitan vender jugadores porque es la principal fuente de ingreso para sostener la economía, sin embargo aseguró que a causa de este problema muchos se van muy jóvenes al Viejo Continente y fracasan.

“Los jugadores se van muy jóvenes, estamos cortando los procesos, por eso llegan a Europa sin preparación. El factor dinero es muy importante para las instituciones, pero ellos cuando se van desde lo mental aún tienen muchas deficiencias”, afirmó.

“El covid hizo que todo sea más difícil en todo el mundo”

Al igual que en varios países del mundo, en Colombia el covid dejó a mucha gente sin trabajo, Carlos Mario Hoyos en estos momentos no está dirigiendo, mientras espera una nueva oportunidad se dedica a brindar capacitación.

Al respecto dijo: “El covid hizo que todo sea más difícil en todo el mundo, pero hay que tener paciencia, es lo que nos toca en este momento. Confío que pronto todos vamos a volver a la normalidad, por lo menos es lo que queremos”, sentenció el DT.

Calificó como una “locura” el asesinato de Andrés Escobar

Uno de los golpes más duros que sufrió el fútbol colombiano en toda su historia se registró en 1994, cuando personas vinculadas con el paramilitarismo y el narcotráfico colombiano asesinaron a balazos al defensor de Atlético Nacional de Medellín y de la selección colombiana que disputó el Mundial de EE. UU. 1994, Jorge Andrés Escobar Saldarriaga.

“Fue una locura lo que pasó con Andrés Escobar, no es justo; el trato que se le dio a él y a esa selección de 1994 no fue justo. Yo aún no entiendo por qué lo mataron”, apuntó Hoyos.

Le faltan líderes a la selección cafetera ndaje

Carlos Mario Hoyos formó parte de la selección colombiana en el Mundial de Italia 1990, no pudo jugar un solo minuto porque semanas antes del inicio de esa copa del mundo se lesionó y no llegó al 100%; sin embargo, aseguró que igual lo disfrutó.

Al ser consultado cómo ve a la selección de su país en la actualidad, afirmó: “En 1990, 1994 y 1998 la selección tenía líderes dentro de la cancha, ahora le faltan líderes que sean influyentes tanto dentro como fuera de la cancha”.

Está seguro que si los jugadores cambian de mentalidad llegarán mucho más lejos.