«No sé qué tendrá ese lugar, pero salimos recuperados, los síntomas desaparecieron», comentó una pareja.

José Aquino (30) y su pareja Rosa Ayala (26) sentían cómo se desplomaban. Ambos tenían dolor en todo el cuerpo, fiebre, problemas al respi

rar, molestias en la garganta y perdieron el olfato y el gusto. “Son los síntomas del coronavirus”, se dijeron.

“Yo comencé con los síntomas, unos días después ella también sentía lo mismo”, contó a Crónica José. Fue así que ambos decidieron realizarse el hisopado. “A ella se le hizo la prueba y a mí ya no por el hecho de ser su contacto directo”, explicó José. El resultado terminó por confirmar lo que temían: positivo al virus.

“Ese día que me entregaron el resultado positivo estaba muy mal, con mucha fiebre, no aguantaba”, explicó Rosa. Y fue en horas de la tarde que junto con José recordaron un lugar que un amigo les había recomendado: la “cuenca de arcilla milagrosa”. El sitio queda en Obligado, Itapúa. y varias personas le atribuyen un poder curativo. “Le dije a Rosa ‘no perdemos nada con probar’, y fuimos”, contó José.

“Nosotros somos de Obligado también y nos quedaba cerca. Ella llegó apenas al lugar porque ardía en fiebre. El dueño nos dejó pasar amablemente y entramos al lodo y nos embarramos todo”, explicó. “Una hora después ¡mi dolor de garganta y cuerpo desaparecieron! ¡Comencé a oler nuevamente y sentí el gusto del barro!”, dijo José. “Luego toqué hacia el lado donde estaba mi señora y esa agua con barro estaba hirviendo, calentísimo, ¡Estiró toda la fiebre! ¡Fue increíble!”, añadió.

“No sé qué tendrá ese lugar, pero de allí salimos recuperados. Los síntomas desaparecieron al instante. Mi señora salió hablando como lorito porque no sentía dolor, ni fiebre. Salimos fortalecidos”, añadió.

“Nosotros contamos lo que nos pasó. Con esto no queremos decir que la gente deje de ir a consultar, al contrario, deben ir junto a los doctores si tienen síntomas”, expuso José.

“Yo no sé que tiene ese lodo, a lo mejor tiene un antiflamatorio impresionante, no sé, pero de que salimos fortalecidos de ahí, salimos. El dueño no nos cobró nada y nos atendió muy bien, les estamos agradecidos”, agregó el joven, quien hoy, junto con su señora Rosa, forman parte de la lista de recuperados. “Con el lodo sentimos el cambio rápidamente, al toque como se dice. Impresionante fue», finalizó.

Poner a disposición el lugar a la gente que necesite, dijo

El predio pertenece a don Eduardo Dose (63), quien comentó que algunas personas con síntomas del covid-19 ya fueron a realizarse la terapia del lodo. Comentó que él también se recuperó del virus vai con el barro.

“El 22 de febrero yo di positivo al covid. Y como mi cuerpo me dolía completamente decidí ingresar en la arcilla porque conozco su poder curativo. Al poco rato ese dolor desapareció. Al otro día el doctor quedó sorprendido por mi recuperación”, contó. “La única intención que tengo es poner a disposición el lugar a la gente que necesite. Si la arcilla ayuda a que mejore el cuadro de los contagiados queremos poner a disposición”, sostuvo.