Don Raúl Coronel es albañil hace más de 30 años y contó que todo lo aprendió de su padre. “Fue el mejor regalo que me dio”, dijo.

Durante estos casi dos años de pandemia, muchos trabajos se perdieron. No aguantaron la crisis y las restricciones y tuvieron que reinventarse haciendo otras profesiones. Pero los que aseguran que no pararon durante este tiempo jetu’u fueron los albañiles y ayer hasta celebraron su día en modo covid. “Al principio cuando se cerró todo no pudimos hacer nada tampoco, apenas sobrevivimos. Pero después de que bajaron más las restricciones volvimos con todo. Trabajamos de sol a sol”, contó a Crónica don Raúl Coronel, un albañil de la zona de Capiatá.

El capo contó que para ellos el trabajo no paró después y durante la pandemia, hasta pudieron agarrar más laburo. Don Raúl contó que en ningún momento le tuvieron miedo al virus maldito y agregaron que la pandemia hasta les dio más fuerzas para seguir trabajando. “Por eso lo que nosotros siempre trabajamos, un virus no nos va a parar porque nosotros somos invencibles. El trabajo duro nos hizo demasiado fuertes”, contó el hombre.

Explicó que el rubro de las construcciones estuvo en auge en estos duros momentos, ya que muchos aprovecharon el parate total para agrandar la casa. Sin darse cuenta, el destino ya tenía preparado para don Raúl un trabajo que sin duda lo apasiona bastante. Y es que contó que se dedica a la albañilería desde hace más de 30 años y agregó que todo lo que sabe lo aprendió de su difunto padre. “El mejor regalo que me pudo dejar mi papá, mi profesión.

Siempre le recuerdo en el día del albañil”, mencionó. Don Raúl contó que gracias a su trabajo se ganó muchísimos amigos, de quienes aprendió mucho.

“Así es en nuestra profesión, somos todos amigos y aprendemos siempre algo nuevo”, mencionó.

Se van más lejos para hacer los trabajos, contó

Si bien el trabajo nunca faltó, don Raúl aseguró que tuvieron que esforzarse un poco más durante la pandemia para poder seguir levantando casas. Y es que, si bien los contratos no pararon, tuvieron que irse un poco más lejos o trabajar más horas para cumplir con los clientes.

“El tema es que de lejos nos surgían los trabajos, no todos quieren trabajar en este tiempo y menos si es lejos porque tienen que trasladarse lejos, es difícil pues llevar todas las herramientas.

Pero nosotros nos esforzamos un poco más”, contó el hombre. Explicó que ante la crisis tuvieron que bajar precios a muchos trabajos, ya que no todos están en condiciones de seguir pagando como lo antes.

“Mucha gente nos quiere hacer de menos”, dijo

Para muchos, los albañiles pueden llegar a ser considerados hasta dioses por el gran trabajo que hacen, pero para otros son todo lo contrario.

Don Raúl contó que, pese a que ya pasó mucho tiempo, siguen luchando contra la discriminación tanto en sus lugares de trabajo como en la calle. “Mucha gente nos quiere hacer de menos por lo que hacemos, pero no saben que no cualquiera hace lo que nosotros hacemos. Nos tratan como si fuéramos cualquier cosa”, dijo el hombre.

Aseguró que en los micros se da la verdadera lucha, ya que tienen que chulear las malas expresiones que hacen las personas cuando ellos suben. “Nos miran todo mal cuando nos subimos en el colectivo y se alejan de nosotros. Nos ponen mal muchas veces porque nosotros no somos animales, pero después entendemos que hay mucha ignorancia”, dijo el hombre.